Hola. Me llamo Daniel Barba, tengo 37 años y he sido adicto a las drogas. 

Todo comenzó cuando tenía 18 años. Yo salía bastante de fiesta por Barcelona y pensaba que era el ‘rey del mambo’. Era un chaval muy tímido, pero cuando empecé a consumir, principalmente cocaína, toda esa timidez desaparecía. Ese estímulo hizo que me enganchara. 

Lo malo de todo esto es que no tienes frenos. Al principio parece todo ‘divertido’, pero llega un momento en el que quieres otra y otra más, y ahí te das cuenta de que es algo muy negativo para ti. 

Era director de una clínica dental y tenía normalizada la droga, siempre ponía excusas diciendo que, por ejemplo, cuando me casara o tuviera hijos lo dejaría, pero aun así no lo hice. Llegó un momento en el que no estaba feliz con mi vida ni con nada de lo que estaba haciendo. 

Hice un curso en el que había una asignatura de salud emocional y me di cuenta de que tenía que cambiar. Ese fue mi punto de inflexión, estaba teniendo una vida que no quería tener. 

Desde ese momento mi vida ha dado un cambio brutal. Dejé de consumir y he cambiado todos mis hábitos cotidianos, me levanto a las 05:00h de la mañana, medito, leo, etc, diferentes maneras de mejorar mi calidad de vida. 

Después de todo un tiempo para analizarme a mí mismo y trabajar mi mente y cuerpo, he decido llevar a cabo un coaching bajo el título ‘La Mente Imparable’ en el que acompaño a personas que están viviendo la misma situación por la que yo pasé. Actualmente lo hago de manera online, pero me he mudado cerca de los Pirineos y tengo en mente realizar uno de manera presencial para poder salir a la montaña y estar en contacto con la naturaleza. 

Sobre todo, una vez que se da el paso para eliminar todos esos malos hábitos de tu vida, es dejar de rodearte de personas tóxicas, yo me aislé. Además, hay un ejercicio muy potente en el que les digo de escribirse una carta a su yo pasado de hace 10 años. Ahí empiezas a remover todo porque te das cuenta de que el tiempo pasa y ese es nuestro mayor valor. 

Hacemos varias dinámicas hasta que, en último paso, deciden mirarse al espejo para pedirse perdón a sí mismo y a las personas de su alrededor. Ese fue el momento que a mi me sirvió para llevarme ese tortazo, ese cambio de mentalidad radical, empiezas a llorar y comienza una nueva vida. 

A las personas que están o han pasado por una situación similar a la mía, les diría que pensar la frase típica “de algo hay que morir” no tiene ningún sentido. La vida va más allá de la adicción, va de vivir en plenitud, qué quieres hacer, el legado que quieres dejar, etc. Cuando encuentras una manera por la que vivir, los malos hábitos te sobran, pero siempre hay que enfocar la mente hacia lo que te apasione y sea positivo. 

He sido una persona que consumía droga, pero que ha llegado a eliminar esos hábitos perjudiciales para la salud y es por eso, por lo que lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que el Estado y la sociedad, en general, deje de hacer como que no ocurre nada con las drogas. 

Si este tema dejara de ser tabú, podrían darse soluciones más factibles para que se dejara de consumir. Cuando estás metido en este mundo parece que todos lo hacen y luego, te das cuenta de que, efectivamente, el que menos te esperas, también consume, por lo que hay que hablar de estos temas para que se consigan dar soluciones efectivas. 

Además, existen muchas más maneras de desinhibirse como, por ejemplo, haciendo ejercicios de respiración, que no son perjudiciales. La sociedad necesita más información.