Pregunta para Congreso de los diputados
Me llamo David Puertas, soy un chico trans y tengo la enfermedad de Crohn. ¿Por qué no existen más baños públicos sin género en zonas públicas? ¡Las personas con Crohn necesitamos esta medida para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra vida social!
Hola. Me llamo David Puertas, tengo 29 años y en 2016 me diagnosticaron la enfermedad de Crohn.
Cuando me comenzaron los síntomas, pensaba que era simplemente una gastroenteritis. Tenía diarrea, vómitos, fiebre y falta de apetito. Fui al médico y, al principio, me mandaron simplemente dieta blanda porque no pensaban que pudiera ser Crohn.
Pasó un mes y yo seguía igual de mal, incluso tenía llagas en la boca. Volví a ir al médico y les comenté que tenía una tía con la enfermedad de Crohn. Fue por eso, por lo que comenzaron a realizarme analíticas de sangre y una colonoscopia, y por fin me detectaron el Crohn. Yo tenía muy claro, casi desde el principio, lo que me ocurría.
Me mandaron unos medicamentos que no fueron suficientes para mí. En 2017 me propusieron el tratamiento biológico, pero todavía no han descubierto cual es el idóneo que me ayude a mejorar. Es verdad que con el primer biológico noté una gran mejoría porque pasé de tener que ir al baño 8 veces al día, a tan solo 2 veces, pero a principios de 2019 empezó a fallar esa medicación y actualmente sigo igual.
Los brotes que me dan son muy irregulares. Puede haber meses que tenga un brote, otros que no y otros en los que encadeno varios meses de brotes. Desde diciembre de 2020 es cuando lo estoy pasando peor. Tengo mucho dolor articular y estoy medicándome con corticoides. He llegado a estar días acostado en mi cama porque los dolores son brutales y, además, te provoca mucho cansancio.
A nivel personal, intento no tomármelo negativamente, intento adaptarme a mi situación de salud. Sí que me ha afectado y me sigue afectando a nivel emocional. Sobre todo, en mi época en la que estudiaba en la facultad lo pasé bastante mal. Yo veía que no podía seguir el ritmo de estudios que tenía antes y me daba miedo ir, por ejemplo, de mi casa a la facultad en autobús porque me podían dar ganas instantáneas de ir al baño. No puedes controlar los esfínteres.
Yo siempre hablo sobre la aceptación y la adaptación de la enfermedad. Por eso, a las personas que estén pasando por una situación similar a la mía, les digo que no se deben de quedar solo en lo negativo. No es agradable tener una enfermedad para toda la vida, pero hay que abrir la mente, ser conscientes de lo que supone tener la enfermedad e intentar por todos los modos que no controle tu vida. Habrá momentos en los que estés mal y será normal que te quedes en tu casa o en la cama, pero vendrán otros momentos en los que estés bien y son esos los que tenemos que aprovechar para hacer las actividades que más nos gustan.
Como afectado por la enfermedad de Crohn, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación sobre las enfermedad de Crohn, puesto que todavía nos queda mucho por luchar. Necesitamos medicación para conseguir ser totalmente asintomáticos.
De igual forma, necesitamos que existan más baños públicos en sitios públicos y deben ser sin género. Yo, al ser un un chico trans y tener que decidir en que baño me voy a sentir más cómodo, me supone un dilema psicológico.
Los políticos deberían tener en cuenta las necesidades de los pacientes y de la sociedad en sí, y no mirar tanto lo económico. La política actual está encaminada al capitalismo y rendimiento económico, y deja de lado las necesidades de la sociedad y la calidad de vida, cuando es lo verdaderamente importante para evolucionar.