Sois mujeres a las que la violencia y la impunidad de México os ha empujado a luchar contra esta injusticia. Tenemos que buscar medidas a nivel global para poder encontrar una solución.
El pasado martes 11 de mayo, Osoigo llevó a cabo un encuentro virtual entre ciudadanas mexicanas y europarlamentarias para dar respuesta a esta reivindicación. Aquí puedes ver el vídeo del encuentro. A continuación transcribimos la respuesta de la diputada del Parlamento Europeo, Diana Riba, aquí puedes ver si respuesta completa.
Muchas gracias por la invitación. Comparto mis palabras de mi compañera Clara, es muy difícil hablar después de vuestros testimonios y quería mostrar mi solidaridad y empatía hacia vosotras: Maribel, Lorena, Lidia y Ana, aunque no nos acompañe aquí. Son casos muy duros y, desgraciadamente, muy comunes. Según un estudio que ha hecho Amnistía Internacional en el 2020, los casos de denuncia y asesinatos de mujeres en México están en 3.752 y digo el dato exacto porque todos ellos tienen nombres y apellidos y, de los cuales casi 1.000 han estado investigados como feminicidios y esto nos lleva a saber que detrás de estos cuatro casos que hemos escuchado hoy hay cientos de feminicidios más con nombres y apellidos.
Y esto nos demuestra, desde nuestra condición de eurodiputadas, que la violencia de género, sin duda, es una de las vulneraciones de DDHH más generalizada en todo el mundo y en toda la historia. Vosotras habéis vivido muy de cerca, a esto se le suma, esta falta de justicia en el Estado Mexicano que os niega a vosotras, los familiares de desaparecidos o de víctimas de feminicidio. Y ante todo, vemos cómo transformáis esta lucha, este duelo y este dolor en una reivindicación. Creo que, ante todo, tenemos que mostrar que sois mujeres y que la violencia y la impunidad de México os ha empujado a luchar contra esta injusticia y para buscar esa reparación.
Por lo que no puedo empezar si no reconociendo este coraje y, al mismo modo, lamentar el abandono de este estado hacia las mujeres de vuestro entorno. Quería también agradecer a Erika y a Osoigo la organización del encuentro. Lo más importante que tenemos que hacer es concienciar de la situación de gravedad que vivimos las mujeres en todo el mundo. Y hoy especialmente dando voz a México. Pero también porque a través de esta voz y a través de concienciar de la gravedad podemos generar sinergia a nivel global para combatir esta lacra que también es global. Tenemos que buscar medidas a nivel global para poder encontrar una solución.
Quería también remarcar que estamos en un año de pandemia y eso nos ha llevado a cuarentenas. En todo el mundo, se ha podido comprobar cómo la violencia machista aumentaba alarmantemente durante este año. Hasta las Naciones Unidas llamaba a esta realidad como una pandemia en la sombra. Lleváis muchos años viviendo esto y no sois una excepción. He mirado los últimos datos y veía cómo la violencia machista ha crecido en un 20% y las llamadas de denuncia de violencia machista se han aumentado en un 40%. También vi que ha sido la misma sociedad civil mexicana quien ha llevado a cabo esta iniciativa con el nombre Observatorio de Género para monitorear y evaluar este impacto y aumento que está habiendo. Estas experiencias nos han de servir de guía, porque las situaciones que estáis describiendo hoy desde México las tiene que afrontar el 50% de la población mundial. No nos podemos quedar de brazos cruzados y tenemos que seguir intentando avanzar en esta cruzada.
Desde mi papel, de política, no nos podemos quedar sólo en palabras. Tenemos que hacer cambios estructurales. Evidentemente, debemos hacer cambios en la educación, por ejemplo, pero creo firmemente que los principales cambios han de ser a nivel legal e institucional donde hemos visto una impunidad que crece.
En Europa también estamos librando esta batalla, con otras situaciones pero también la estamos librando y por eso este año estamos intentando que llegue antes del fin de año, una directiva europea sobre violencia de género que esperemos poder llevar este modelo a cabo para que sea un modelo que se pueda ejercer en otros países. También estamos trabajando en incluir esta violencia machista dentro de los euro crímenes para garantizar que los estados puedan tener herramientas para combatirlo. Es un marco europeo que tenemos que hacer. Creo que somos del trabajo que hacéis que se plantea en diferentes ámbitos como: regulación de la protección, garantizar la transferencia de las sentencias judiciales, garantizar el derecho a la justicia y a los servicios de atención de las mujeres que han vivido esta injusticia. También evitar esta re-victimización a la que os someten tal y como vosotras habéis mencionado siendo muy conscientes de vuestra lucha. Y ese caso estamos a vuestro lado.
En el Parlamento Europeo tenemos que encontrar formas posibles para seguir visibilizando. Yo siempre digo que nuestro trabajo tiene dos grandes caminos: uno es la de poder denunciar, dar voz y encontrar espacios para ello. En este caso, desde la Delegación de México en la UE. Por lo que tenemos que buscar estos espacios por justicia y por sororidad global, lo que nos une a todas las mujeres en el mundo y es por lo que estamos hoy aquí compartiendo. Pero también el otro trabajo que tenemos es el de las relaciones, la legalidad, los acuerdos, para evitar que haya estas injusticias.
Hoy es una buena oportunidad porque tenéis a tres eurodiputadas de tres grupos parlamentarios. Y en este caso y en este sentido, mi grupo, el Verdes/ALE hemos sido muy críticos en este acuerdo global entre la UE y México. Y lo hemos sido básicamente por dos aspectos: una por las cláusulas de protección del medio ambiente y desarrollo sostenible y la otra por la situación de las mujeres y sus derechos humanos que son insuficientes. En este sentido, en esta violación de los DDHH, México no han tomado suficientemente en serio a las instituciones europeas para establecer lazos económicos. Creemos que las cláusulas de DDHH, democracia y sostenibilidad se han de mirar a la hora de abordar relaciones económicas. Y otro ejemplo es el de los acuerdos con Mercosur que también tenemos que mejorar. Después de EE.UU, Europa es el segundo lugar donde México tiene exportaciones que se puedan ligar a estos DDHH.
Por último, porque imagino que MªEugenia querrá añadir más cosas. hay iniciativas que me gustaría anunciar para hacer hoy de altavoz porque también tenemos que dar voz a estas iniciativas positivas. Spotlight es una asociación entre la UE y Naciones Unidas y representa un esfuerzo mundial a favor de la igualdad de género y la lucha contra la violencia machista. Esto hace que las mujeres accedan a la justicia. Este es un ejemplo pero debemos seguir trabajando para que las mujeres tengan herramientas para salir adelante y creo que es aquí, y Clara también lo ha dicho: estamos para vigilar la situación de los feminicidios en México. Llevo 7 años al lado de esta lucha porque empezó hace 15 años con mi pareja y ahora sigo intentando hacer cada año un seminario sobre feminicidios en el Parlamento Europeo. Este año tenía que ser el año para trabajar el tema de los feminicidios y hacer experiencias tanto en México como en Europa sobre el sistema judicial. Queríamos analizar en qué situación está el sistema judicial para seguir avanzando no solo en casos concretos si no en ir a las estructuras que veíamos tan importantes para seguir avanzando. Sé que mis compañeras también están trabajando en este aspecto.
Me gustaría agradecer el estar hoy aquí. Por estas cosas que nos lleva la vida ha coincidido el testimonio de Lidia con su hija Diana en compartir nombre. Y quería enviarle un abrazo enorme porque cuando hablaba de su hija era imposible no conectar llevando el mismo nombre. Un abrazo enorme y que sepáis que podéis contar con nosotras en espacios tanto de colaboración como de reivindicación. Muchas gracias.
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ESTA PREGUNTA ESTÁ DIRIGIDA A POLÍTICOS Y POLÍTICAS DEL PARLAMENTO EUROPEO :
Somos las madres e hijas de mujeres y niñas que fueron violentadas, desaparecidas y asesinadas en México. Somos las familias que no han recibido justicia y que levantan la voz para que el recuerdo de ellas no se pierda entre las noticias cotidianas de violencia, las elecciones o las terribles cosas que pasan cada día en este país.
Somos Lorena Gutiérrez, la madre de la pequeña Fátima, de solo 12 años, que fue brutalmente asesinada el 5 de febrero del 2015 en Lerma, un municipio del Estado de México. Y que, debido a ese feminicidio, su familia tuvo que abandonar su hogar ante las amenazas de los responsables de su muerte. Además, somos también esa madre, Lorena Gutiérrez, la mamá de Dany, de 16 años, que murió por negligencia médica el pasado 24 de noviembre de 2020, en Nuevo León, pese a que se encontraba bajo medidas de protección por el feminicidio de su hermana. Un joven a quien le negaron la atención médica en cuatro hospitales de ese Estado: en el Materno infantil de Guadalupe, Nuevo León, en el San Vicente, en el Universitario de Nuevo León, y en el psiquiátrico. En el último de ellos fue donde le suministraron un ansiolítico y antidepresivo sin conocer su historial médico y sin siquiera haberlo pesado y medido, hasta que volvió a su casa en medio de la madrugada, para morir ahí.
Somos todas nosotras Ana Martínez, la hija de Marilú Camacho, quien fue asesinada en octubre de 2020, en la alcaldía Tlalpan, en la Ciudad de México. Todas somos Ana, quien estando a la distancia, pero en comunicación constante con su madre, de un momento a otro perdió toda noticia de ella. Somos ella, pues la pareja de su madre aprovechó que Ana se encontraba lejos físicamente para fingir la desaparición de Marilú. Ella retornó de inmediato, pero luego de semanas angustiosas y de búsqueda incesante, intuyó que el silencio y las evasivas de la pareja de su madre eran una mala señal. Su alarma fue creciendo, porque Ana estaba segura de que su mamá nunca habría partido así, sin más. Todas somos Ana, que, aunque sabe que nada traerá de vuelta a su mamá, busca enfáticamente que los responsables de la muerte de su madre no salgan libres de culpa, como suele ocurrir en el sistema de justicia mexicano.
También somos Maribel Enciso, una mujer que busca a su pequeña hija María José Monroy Enciso, arrebatada de su lado el 21 de septiembre de 2010 dentro de un consultorio óptico en donde ella trabajaba en Tecámac, Estado de México, cuando la niña tenía solo 11 meses de edad. Somos ella, sobreviviente de un intento de asesinato, pues el responsable le cortó el cuello, sin lograr quitarle la vida, para poder llevarse a la niña. A pesar de que el culpable está preso, se ha negado a decir en dónde y a quién entregó a la pequeña hace ya 10 años. Somos esta madre, Maribel Enciso, que fue, como todas, víctima de una violencia institucional que se extiende por todo México. A quien las autoridades negaron ayuda para buscar a su hija debido a la coyuntura política que se vivía en ese estado, cuando el entonces gobernador enfilaba su postulación como próximo presidente de México: Enrique Peña Nieto.
En esta campaña somos todas Lidia Florencio, la mamá de Diana Velázquez Florencio, una mujer de 24 años que fue violada y asesinada en Chimalhuacán, Estado de México, en julio del 2017, tras salir de casa a hacer una llamada no volvió más. Somos Lidia, quien buscó en las calles a Diana junto con su familia y nadie les dio pistas ni información; a quien las autoridades ocultaron el hecho de que su hija había sido encontrada tras ser asesinada el mismo día de su desaparición; quienes tuvieron que entrar y buscar ellos mismos en un centro del Servicio Forense para descubrir que ahí estaba el cuerpo de Diana, en avanzado estado de descomposición y sin que las autoridades se lo hubieran comunicado. Quienes, entre tantas negligencias que sufrieron durante su búsqueda, se enfrentaron con el hecho de que, incluso los patrulleros que acudieron al llamado de los vecinos en la calle en donde los asesinos dejaron muerta a Diana, les dijeran que aquel cuerpo era el de un hombre y no el de una mujer con las características de su hija.
Somos esas madres quienes, como a Lidia Florencio, en un Ministerio Público les dijeron que no levantarían la denuncia hasta pasadas las 72 horas de la desaparición porque seguramente sus hijas “se habían ido con el novio”; somos Lorena Gutiérrez a quien antes de morir, su hijo Dany preguntó: ¿Por qué ellos, la familia de Fátima, y no sus asesinos, tenían que estar desplazados? ¿Por qué tenían qué vivir como prisioneros? Somos Ana Martínez, que después de varios días de silencio de Marilú, volvió a México y tardó otras tres semanas para encontrar el cuerpo de su madre. Y somos Maribel, quien sospecha que su hija María José es víctima de adopción ilegal, sin que las autoridades cuenten con una estrategia de búsqueda para su localización.
Hemos iniciado esta campaña todas nosotras, en la página de Osoigo, ante la indiferencia en México de las autoridades y de los políticos y las políticas; porque padecemos las consecuencias de la impunidad y la corrupción, lo que deteriora nuestra calidad de vida indefinidamente. Iniciamos esta campaña para llamar la atención de los políticos y políticas del Parlamento Europeo, y de los países que sean necesarios, para que incidan de alguna forma en lo que nos está pasando en México, donde cada día asesinan un promedio de 10 mujeres.
Por favor, ayúdenos a firmar y a difundir esta campaña por todos tus grupos y contactos de WhatsApp y redes sociales. Si conseguimos 700 firmas, esta pregunta llegará a políticos y políticas de distintos partidos en el Parlamento Europeo, quienes nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web.
¡Muchas gracias!
ESTE ES EL LISTADO DE LOS POLÍTICOS Y POLÍTICAS DEL PARLAMENTO EUROPEO QUE, DE CONSEGUIR LAS FIRMAS NECESARIAS, TENDRÁN QUE RESPONDER A ESTA CAMPAÑA.
Izazkun Bilbao
Xabier Benito Ziluaga
Nacho Sánchez Amor
María Eugenia Rodríguez Palop
Clara Aguilera
Diana Riba i Giner