Nosotros somos la agrupación de Dolor Crónico y estamos en camino a transformarnos en una fundación. Nos dedicamos a investigar y generar conocimiento sobre el dolor crónico no oncológico. Lo único que hay son publicaciones científicas, pero hay muchas más áreas que tienen implicancias en lo que a dolor crónico no oncológico se refiere.

En Chile existen seis patologías con mayor prevalencia: fibromialgia, lumbago crónico, artrosis de rodilla, dolor miofascial, síndrome de hombro doloroso y artrosis de cadera. El dolor crónico no oncológico es un signo que está presente en un alto número de la población y el acceso a tratamientos es muy difícil.

En este momento la única patología que está cubierta en el Auge es el tratamiento de la artrosis de cadera/rodilla para personas desde los 55 años, sin embargo la artrosis es una enfermedad que no está ligada exclusivamente con la edad del paciente. Respecto de las otras patologías, el costo del tratamiento recae directamente del bolsillo de quién lo padece.

Hay que entender el impacto que tiene el dolor crónico en Chile. Una de cada tres personas vive con este tipo de dolores. Resulta imprescindible facilitar el acceso al tratamiento para todas las personas; independiente de la edad, de tu género o condición socio económica. El dolor crónico es un fenómeno complejo y extremadamente naturalizado, ejemplo de aquello es que el lumbago es el principal motivo por el cual se piden licencias médicas en Chile y a largo plazo el costo de la enfermedad se traslada a la seguridad social, cuando debería abordarse desde el punto sanitario.

Las personas con dolores crónicos, sobre todo cuando son adultos mayores, viven con la sensación de volverse desechables. Algunas personas no les creen, piensan que exageran o que no es para tanto. Hay que cambiar esa perspectiva y entender que las personas con dolor no estamos fingiendo.

Si el dolor crónico se trata de forma temprana, los padecimientos para las personas mayores serían mucho más bajos. Creemos que en la mayoría de los casos, una persona que se ha aguantado sostenidamente el dolor se va quedando sola cuando va envejeciendo. Tenemos que entender que los dolores crónicos van a estar siempre y no se van a ir. Tenemos que empezar a trabajar desde la prevención y los cuidados de manera temprana.

Es por esto que queremos preguntar a los parlamentarios de la Cámara de Diputados: ¿Por qué las seis patologías de dolor crónico no se incluyen en el plan AUGE-GES para tratarlas de manera preventiva y así evitar que las personas mayores vivan con el peso que significa postergar un tratamiento?

¡Necesitamos que nos apoyen! Si conseguimos las firmas necesarias, los diputados y diputadas nos darán una respuesta en Osoigo. ¡Firma y difunde por las personas con dolor crónico en Chile!