Pregunta para Asamblea de Madrid
¡Enfermer@s en todos los colegios ya! El profesorado no tiene formación para asumir urgencias médicas y se necesita una figura sanitaria.
Shock anafiláctico, ataque epiléptico, atragantamiento, reanimación… son urgencias médicas que pueden ocurrir en cualquier colegio. El problema, es que en la mayoría de los centros educativos, quienes deben hacer frente a estos casos, son el profesorado que no cuenta con los conocimientos médicos necesarios, y desconoce cómo actuar de forma rápida y eficaz para evitar desgracias mayores.
Hola, me llamo Eduardo y mi hija Sara es alérgica. A los tres años le diagnosticaron alergia al guisante, las judías verdes y a los frutos secos exageradamente, con unos valores tan altos que ni siquiera las máquinas pueden llegar a valorar.
Su situación no es muy diferente a la de cualquier otro niñ@ alérgico, somos una familia que vive en alerta constante, mirando etiquetas, con precaución en cumpleaños, celebraciones e informando a familiares y amigos amablemente del cuidado que deben tener. En cierto modo siempre con un poco miedo.
Intentamos tener su actividad controlada para no tener riesgos. Sin embargo, en el colegio, donde pasar la mayor parte de su infancia, no sentimos esa tranquilidad que necesitamos sobre la salud de nuestros hijos. Y no porque consideré que el profesorado deba tener conocimientos médicos, o de primeros auxilios, que deberíamos tener todos, sino porque todos los colegios deberían contar con enfermeros que sepan cómo actuar en casos de urgencia, de forma profesional y sin poner en riesgo su salud.
La falta de protocolos escolares y de personal sanitario en los centros educativos no puede sumarse a las dificultades que nos encontramos en el día a día. Ya somos conscientes de que hay mucha falta de información en enfermedades comunes, que se nos considera un poco exagerados cuando queremos explicar las precauciones que hay que tomar, y que debemos convivir en cada salida que realizamos con un completo botiquín a cuestas.
En nuestro caso, adrenalina ante un shock anafiláctico, y medicamentos para el asma o pomadas para la piel atópica. Todo multiplicado mínimo por 5: para casa, el colegio, las salidas y casa de los abuelos.
Es por ello que quiero dirigirme a la Asamblea de Madrid, para que todos los centros públicos cuenten con una figura sanitaria como la del enfermero. Obligatoriamente, y sin la necesidad de tener que solicitarlo porque exista un menor “con necesidades especiales” que cumple con unos requisitos determinados.
La salud de los niños no puede medirse por cuestiones burocráticas, no pongamos en riesgo su salud, y evitemos desgracias.