Mi nombre es Elena, tengo 24 años, resido en les Terres del Ebre y padezco Disbiosis Intestinal, una alteración en la microbiota del intestino que causa hinchazón, gases, fatiga, dolor estomacal, irritabilidad y cansancio crónico. Esta es muy común en nuestra población, pero a día de hoy sigue siendo prácticamente inexistente para la Sanidad Pública. 

Los síntomas de la Disbiosis aparecieron hace unos años. Recuerdo tener mucho dolor abdominal, gases y que toda la comida me sentaba mal. Aún recuerdo la primera noche que fui a urgencias casi sin poder andar, estuve muchas horas esperando para que al final a la seis de la mañana una enfermera me explicase que era el colon irritable y que tenía que hacer una dieta blanda. Después de esto fui muchas otras veces a urgencias: “colon inflamado”, “gases”, “cólicos”, hasta un día me dijeron que eso era un cólico de riñones. 

Debido a la falta de respuestas, decidimos buscar un digestivo por la Seguridad Social, pero sus respuestas volvieron a ser las mismas: colon irritable, pastillas “inútiles” para los gases, etc. Posteriormente decidimos buscar un médico privado. Este me hizo algunas pruebas y tuvo claro que mi problema era la vesícula ya que tenía piedras y tampoco fue más allá, se tenían que quitar. Mientras esperaba para operar fui a otro médico por la Seguridad y lo mismo, es la vesícula. Hasta que llegó el día de la operación, que felicidad, pensaba que ahí se acabaría el infierno.

Cuando llegó el día de la operación yo estallaba de felicidad ya que pensaba que por fin terminaría el infierno. No obstante, dos semanas después estaba igual o peor. El cirujano me dijo que él ya sabía que ese no era mi problema, después de que yo me hubiera sometido a una operación como esa. Después de ello, para poner solución a mi problema, visité un especialista en Barcelona que me hizo varias pruebas y me diagnosticó Disbiosis Intestinal. 

Después del diagnóstico, a día de hoy sigo con los mismos síntomas. La Disbiosis no solamente me ha afectado a nivel físico, sino que también ha tenido sus efectos a nivel psicológico. En algunas ocasiones he evitado a salir de casa porque tenía molestias, y temo que esto pueda afectarme a nivel laboral. 

A todo esto, hace dos semanas fui a hacerme una ecografía general porque me dolía mucho el lado de la operación. ¿Y, sabéis que me dijo?, estas perfecta de todo, eso eres tú que eres nerviosa, tú eres así, no va a cambiar, tienes que acostumbrarte, toda la vida vas a estar igual. 

Aún sigo alucinando con la poca empatía de muchos médicos… A veces solo desearía que alguno tuviera más interés, o buscase alguna solución más allá de los nervios. Está claro que aún queda mucho camino por recorrer con este tipo de enfermedades intestinales. 

Por este motivo, iniciamos esta campaña dirigida a los miembros del Parlament de Catalunya para que tengan en cuenta mi experiencia y se aseguren de que desde la Sanidad Pública se pueda detectar y tratar correctamente la Disbiosis, sin achacarlo al estrés y dejar a la persona desamparada.