Pregunta para Eusko Legebiltzarra
He trabajado como interna y la familia se ha aprovechado de mi condición de inmigrante para anularme y dominarme completamente. ¿Cuándo van a existir unos controles por parte de las instituciones que nos protejan de este tipo de situaciones?
Hola, me llamo Elizabeth y soy de Honduras, pero llevo en España cerca de tres años y en el País Vasco un año. Actualmente tengo permiso de trabajo y soy solicitante de asilo. Hasta la semana pasado he estado trabajando de interna cuidando a un hombre de la tercera edad en su domicilio, pero he sido despedida por su familia pese a la promesa de un contrato de un año y de un momento a otro, viéndome en la situación de no tener absolutamente nada ni un lugar al que ir.
Vine a España completamente sola con el objetivo de encontrar un trabajo y poder pagar una deuda que tengo en mi país, pero me he encontrado con que, en mi caso, la familia para la que trabajaba se ha querido aprovechar de mi y dominarme completamente. Pese a que desde un inicio la promesa era hacerme un contrato, estuve trabajando sin él varios meses, pero en mi situación y sin papeles, trabajar en negro no era bueno para mi. Por esto me vi en la obligación de mentirles y decirles que mi abogado dijo que ellos tendrían consecuencias negativas si no me hacían un contrato. Por otra parte, me prometieron que me empadronarían y es otra de las promesas que nunca llegaron a cumplir.
Al contratarme me dijeron que necesitaban a alguien que estuviese sola en el país, sin familia aquí y sin cargas familiares, lo que me hizo sospechar que sus intenciones conmigo no eran buenas. Yo me inventé una tía ficticia en Bilbao por miedo a que se aprovechasen de mí, pero aún así esto sucedió. Me han tenido totalmente controlada todo este tiempo. He trabajado de lunes a domingo con solamente una hora libre de descanso al día en la que no me permitían ni si quiera salir de la casa. Cuando salía a hacer recados, compras o simplemente a dar un paseo, al volver siempre me esperaba una discusión. Quise apuntarme al gimnasio, pero prácticamente me lo prohibieron utilizando de excusa el coronavirus. Me quitaron la poca libertad que tenía y me anularon.
Aprovechándose de mi situación de inmigrante me dominaron completamente. En primer lugar, me privaron de lo que yo quería hacer que era salir a la realidad por un tiempo más de una hora al día y sin consecuencias, que me diese el aire y desconectar. Pero ellos se molestaron y solo querían controlarme y hacer lo que quisiesen conmigo. Siempre había discusiones, me hablaban mal y me atacaban por querer tener un poco de libertad en mi día a día, libertad que me pertenece como persona. Y ahí fue donde empezaron los problemas. He sufrido una ansiedad insoportable debido a toda la presión que ejercían sobre mi y las constantes discusiones. Vine a España a ser alguien en la vida, para tener un trabajo honesto y honrado y me he topado con una situación atroz.
No hay un control sobre este tipo de situaciones. Muchas empleadas internas no tenemos libertad y es terrible sentirse completamente aislada y sin poder luchar contra ello. Por eso quiero dirigirme a los miembros del Parlamento Vasco. Son necesarios unos controles por parte de las instituciones que protejan a todas las personas en mi misma situación. Además, al no estar empadronada ya que actualmente me es imposible, no puedo acercarme ni acceder a las ayudas de ciertas instituciones como Lanbide o Cruz Roja. Solo quiero la oportunidad de tener una vida digna, un trabajo digno o poder estudiar para en un futuro ganarme la vida de forma honrada sin que nadie controle el 100% de mi libertad.