Por desgracia, quien se crea que está al margen de este conflicto, se equivoca por completo. La realidad es que hay una ideología radical y aberrante, que utiliza una visión espuria y enloquecida del credo musulmán, que ha declarado la guerra a la civilización occidental y sus valores. Es un concepto global, es un proyecto político delirante y violento hasta lo inaudito que considera enemigo a batir a todo el que no piensa como él, y les da igual si eres católico, judío o musulmán. En ese sentido, y más con el tipo de terrorismo salvaje e indiscriminado que utilizan como principal arma, todos somos objetivos.

La cuestión no es si es hora de ir a la guerra. Es que existe una organización criminal con diversas ramificaciones internacionales, y con vocación de generar y expandir Estados de carácter terrorista, que ya nos ha metido de facto en una guerra. Lo que ahora importa, en efecto, es qué medidas tenemos que adoptar para combatir este horror dentro de nuestras fronteras y en los países donde se asienta la semilla de este nuevo poder criminal. Yo lo tengo claro: hacen falta medidas de prevención, de integración y de educación para evitar la formación de guetos y para difundir el respeto a determinados valores por encima de visiones religiosas fanatizadas, pero también es preciso aumentar medidas policiales que garanticen el control, la detención y la desarticulación de los terroristas.

Y por supuesto, hay que atajar el problema en su raíz, hay que derrotar militarmente al Estado Islámico en su feudo, respetando la legalidad internacional y con la ayuda de los millones de sirios que repudian ese espeluznante sistema de gobierno y que anhelan un país donde poder vivir con normalidad. Es imprescindible vencer al Estado Islámico, porque no nos podemos permitir la consolidación de un país gobernado por semejante tipo de criminales, dispuestos a cualquier atrocidad para imponer una ideología brutal y sanguinaria.

Gracias por tu pregunta y un saludo