Pregunta para Eusko Legebiltzarra
Emakumeook nace de la carencia de apoyo a las mujeres emprendedoras. ¿Cuándo se va a luchar desde las instituciones contra este problema estructural y se va a ayudar a que las mujeres emprendamos?
EMAKUMEOOK somos una red de mujeres emprendedoras que surge con la idea de conectar a mujeres de diferentes ámbitos y edades. Hemos creado una red de apoyo constante a la vez que contamos historias enseñando la cara bonita, pero, sobre todo, la cara no tan bonita de todo lo que han tenido que pasar para llegar hasta donde están. La clave de Emakumeook es siempre ayudarnos las unas a las otras.
El mundo laboral actualmente está muy mal estructurado y, si ya hablamos del mundo laboral para las mujeres, la cosa se complica aún más. Tenemos ese hándicap de que, por ser mujeres, también podemos ser madres, por lo que normalmente no podemos escalar puestos dentro de las empresas. En las estadísticas se ve claramente cómo siempre los altos cargos directivos están liderados por hombres, rara vez por mujeres. Nos hemos encontrado con que las mujeres, con el objetivo de conciliar, ven el emprendimiento como una vía para poder combinar familia y trabajo.
Hicimos una encuesta recientemente en la que el 100% de las mujeres que participó dijo que no podía emprender porque, económicamente hablando, les era imposible abordar las cuotas de autónomo. Además, todas se ven completamente solas y sin el apoyo suficiente para hacerlo. Por eso nació también nuestra plataforma, al ver que había tantas mujeres solas y que necesitaban que alguien les abriese camino. Sí hay asociaciones, pero mantenidas económicamente por aquellas mujeres que necesitan esa ayuda y que apenas pueden pagar la cuota de autónomos, por lo que la mayoría no tiene acceso a ellas.
El problema de este mundo emprendedor y de ser mujer emprendedora es un problema estructural que viene desde los colegios, donde no se enseña más allá que a trabajar para otras personas. No hay cultura de emprendimiento en este país porque las cuotas son excesivamente elevadas para poder abordarlas, además, del alquiler, la luz, los productos… Y como consecuencia son muchos los negocios que fracasan. Es la pescadilla que se muerde la cola.
En los Países Bajos la tasa de autónomos es prácticamente nula. Mientras, en España, la realidad es que hay una enorme carencia que no facilita el poder emprender pese a lo beneficioso que es para la economía el crear nuevos puestos de trabajo. Por esto queremos dirigirnos a los miembros del Parlamento Vasco. Las mujeres solamente por el hecho de ser mujeres ya tenemos unas enormes barreras sociales una vez salimos al mercado laboral. Y si a eso le añadimos la soledad con la que nos encontramos y las dificultades económicas para emprender, estamos condenadas a vivir siempre con dificultades y sin poder ejercer de lo que realmente queremos. Es importante luchar contra este problema estructural desde la raíz, subvencionar el poder crear este tipo de plataformas que ayuden a salir adelante a las mujeres que lo necesiten y el aumentar las ayudas con la cuota de autónomos o con el alquiler más allá de los 35 años, porque emprender es difícil en todas las etapas de la vida.