Pregunta para Parlamento de Catalunya
La población femenina sigue sin tener suficiente información sobre la menstruación. ¿Cuándo incluirán una educación menstrual de calidad en los centros escolares?
Me llamo Érica, soy de Barcelona y soy enfermera. Hasta hace unos meses he ejercido de enfermera asistencial, es decir, en hospitales. Recuerdo que, cuando estaba acabando la carrera, hice prácticas en el área de salud de la mujer, es decir, ginecología y obstetricia, y allí me llamó la atención todo este mundo.
Como soy una mente inquieta, decidí empezar a informarme al respecto. La verdad es que incluso en la universidad me pareció un tema complejo, el llegar a entender bien el funcionamiento del ciclo menstrual. También el disponer de información clara sobre cómo funcionan exactamente las pastillas anticonceptivas, cómo debería ser un ciclo menstrual considerado saludable… En este sentido, me involucré por interés a nivel académico, pero sobre todo a nivel personal, quería saber cómo funciona mi cuerpo.
Poco a poco, ampliando conocimientos sobre este tema, empecé a entenderlo más allá de lo que había aprendido en la carrera. Al final cursé diferentes especializaciones y, a raíz de allí, decidí dejar el trabajo en el hospital y emprender con mi propio proyecto.
Actualmente tengo una consulta donde acompaño a mujeres que necesiten educación menstrual, apoyarlas en el proceso de búsqueda de embarazo y mejorando sus ciclos a través de la terapia menstrual. Mi objetivo es abordar cada caso de forma integrativa: estilo de vida, alimentación, gestión del estrés, actividad física, fitoterapia, etc. También imparto algunos talleres grupales y charlas.
A día de hoy, la mayoría de las mujeres, adolescentes y niñas no conocen cómo funcionan sus cuerpos, ya que no hay suficiente información sobre la menstruación. Todo esto se podría abordar ofreciendo una buena educación menstrual, pero por desgracia, actualmente la educación menstrual es un privilegio, cuando debería ser un derecho.
En la práctica, pocas personas pueden acceder a este tipo de información y, por ejemplo, la que se ofrece desde de los centros escolares, muchas veces es insuficiente. Seguimos perpetuando mitos, tabúes o creencias como que la regla duele, incluso siendo a veces un dolor incapacitante. Por desgracia esto es algo habitual, pero no normal, es más, se debería estudiar para descartar posibles enfermedades como la endometriosis.
Tampoco hay suficiente conocimiento sobre las diferentes fases del ciclo menstrual. No es solo cuestión de sangrar unos días al mes, es mucho más lo que hay detrás, y que no solo influye en la parte ginecológica, sino que afecta también a nivel endocrino, metabólico, psicológico, etc.
Ante esto, quiero dirigirme a los miembros del Parlament de Catalunya, ya que soy de Catalunya y son mis representantes en dicha cámara, para que se incluya una educación menstrual de calidad en los centros escolares. Así, cuando las chicas tengan su primer periodo, tendrán la información y herramientas necesarias para tener un buen autoconocimiento de su salud y fertilidad.
Hay que pensar que las mujeres menstruamos una media de 300 veces en nuestra vida, creo que no deberíamos quitar importancia a algo que forma parte de nuestra naturaleza. Además, creo que esta educación también debería llegar a la población masculina, ya que así podrían comprender mejor nuestra salud y, al fin y al cabo, contribuiría a construir una sociedad más concienciada e igualitaria.