Pregunta para Congreso de la República del Perú
¿Por qué el Estado no implementa una educación verdaderamente inclusiva de personas con Síndrome de Down?
Mi nombre es Erika Gormas, soy hermana mayor de Alejandro, un joven con Síndrome de Down que ha sabido superar cada reto que le hemos puesto por delante y que busca, a través de su historia, mejorar la situación actual de la población con discapacidad.
Cuando Alejandro nació, fue un shock para nosotros como familia, porque no teníamos conocimiento de cómo era tratar con una persona de su condición. Poco a poco nos fuimos informando y dando cuenta que, mientras más rápida fuera nuestra intervención en su desarrollo, mejor le iba a ir.
De esta forma, Alejandro pudo llevar una mejor vida y sus avances iban a la par con otros niños con Síndrome de Down. A nivel familiar, nosotros tuvimos que bajar el ritmo con el que hacíamos las cosas, siempre pensando en sus necesidades y, sobre todo, siempre tratando de aprender de él. Desde muy pequeño, quisimos que sea mucho más independiente.
Antes de la pandemia, Alejandro iba solo a comprar al supermercado, comprar las cosas que necesitara. Lo impulsábamos a buscar sus cosas solo, a pedir lo que deseara. Es un proceso que hemos llevado poco a poco, siempre tratando de que esté en comunicación con los demás. Así, le fuimos dando responsabilidades en la familia y luego en su entorno inmediato, conociendo a las personas del barrio y acostumbrándose a todas estas personas. Se trataba de incluirlo en la mayor cantidad de actividades posibles. En todo este camino ha encontrado muchos retos y siempre nos ha sorprendido al ser capaz de sortearlos por sí mismo. Sin embargo, el más difícil de todos ha sido enfrentarlo a un sistema educativo que no está listo para incluir a personas con discapacidad.
En un primer momento, Alejandro asistió a un colegio nacional, pero los retos de aprendizaje no eran los más adecuados. Los profesores se excusaban en que ellos no tenían capacitaciones para poder trabajar con personas con Síndrome de Down. Era un entorno muy difícil para Alejandro y decidimos sacarlo. Es así que ingresó a un colegio de educación especial que le planteó el mismo problema, pero a la inversa: no explotaban todo el potencial que tenía Alejandro y veíamos como su desarrollo se iba quedando poco a poco. Finalmente, decidimos que llevara su educación en casa, a través de tutores que le enseñan lenguaje y otras terapias de aprendizaje. Nosotros mismos nos hemos empapado del tema y sabemos como ayudarle. Él ahora sigue siendo un chico muy independiente, le encanta el deporte y está siempre activo. Pero sabemos que su caso no es el mismo de muchos niños y niñas con discapacidad.
Queremos que estos retos y dificultades por las que ha pasado Alejandro en el sistema educativo no se sigan replicando. Nosotros defendemos una verdadera educación inclusiva, que adecue los aprendizajes a las necesidades de cada niño y niña y que ayude a integrar a las personas con discapacidad en los procesos de socialización. Las personas con discapacidad también necesitan ese sentido de pertenencia a un grupo, también quieren tener amigos, reírse o escuchar. Alejandro ya está a punto de cumplir 18 años, la oportunidad de educarse en un entorno inclusivo ya pasó, pero no tiene que ser la misma situación con las nuevas generaciones.
Es por eso que hoy inicio esta campaña, para que el Estado impulse políticas de educación que nos permitan aceptar la diversidad, no solo de niños y niñas con Síndrome de Down, sino con todas las personas con cualquier discapacidad. Es una exigencia que tenemos desde el Colectivo Down Perú, del que formo parte, y no nos vamos a rendir hasta que se reconozca el derecho a una educación de calidad para esta población.
Para ayudarme, necesito que firmes esta campaña. Si llegamos a las 300 firmas, las autoridades tendrán que responder a través de Osoigo Perú y explicar por qué siguen de brazos cruzados antes un sistema educativo que abandona a las personas con discapacidad. Solo tienes que dar click en “Apoyar” y ayudarme a difundir esta campaña con todos tus contactos de Whatsapp y otras redes sociales. ¡Por Alejandro y todos los niñas y niñas con discapacidad!