Pregunta para Parlamento de Andalucía
La desconocida artritis reumatoide también la sufrimos las personas jóvenes: ¿Cuándo darán más visibilidad a la enfermedad?
Mi nombre es Erika Jomantiene y vivo en un pueblo de Granada. Puede ser que mi lugar de residencia, rural y con poca variedad de servicios médicos, fuese la razón por la que tardaron 5 años en diagnosticarme artritis reumatoide. Una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones, causando calor, reducción en el rango de movimiento, hinchazón y dolor en la articulación. Quiero contar mi historia para insistir en la importancia que tiene destinar recursos a la investigación de la enfermedad, pero también para dar visibilidad y luchar contra falsas creencias que nos afectan a todos los pacientes con algún tipo de artritis.
Existe el mito de que las personas jóvenes no podemos sufrir de artritis, nada más alejado de la realidad, esta enfermedad se puede dar incluso en la infancia. Yo tenía 29 años cuando me la diagnosticaron. Fue duro ya que a esa edad no te imaginas que pudieras padecer una enfermedad como la artritis. Por esa razón es tan importante dar visibilidad, para que las personas que debutan en la enfermedad no se sientan tan abandonadas como yo me sentí. Llegué a superar una depresión a causa de esto.
Ahora tengo 43 años, llevo 14 conviviendo con esta enfermedad y he cambiado mi perspectiva hacia ella, la he aceptado y soy positiva. Cada persona es un mundo y no a todas -hablo en femenino porque hay más casos en mujeres en hombres- nos afecta de la misma manera. Es importante luchar contra la desinformación que existe respecto a la artritis. Debido a la poca información, la sociedad tiende a juzgar. He tenido que soportar comentarios de personas que me decían que me estaba inventando el dolor. Es necesaria la empatía para llegar a entender lo que los pacientes de artritis sentimos cuando nos juzgan de esa manera.
Si bien es cierto que es una enfermedad que no siempre se manifiesta de manera física. Como he comentado, estuve 5 años sufriendo el dolor de la artritis reumatoide, pero no fue hasta que se me hinchó la mano que los médicos pudieron diagnosticarme. La ciencia avanza, y mi caso ya no es tan común hoy en día. La manera más eficaz de saber si el paciente tiene artritis es a través de una analítica. Por ello, considero que es necesario que se establezca un protocolo de detección de la artritis mediante este proceso.
Lanzo mi campaña para contar mi historia y que sirva de apoyo emocional a las personas que pueden estar viviendo una situación similar a la mía. A los políticos me gustaría pedirles su compromiso a dar más visibilidad a todos los tipos de artritis reumatoide y todas las artritis en general, y más recursos para su investigación.