Pregunta para Senado de México
Soy Estefanía y mi hija Jenny tiene cáncer. ¿Quién vigila que se tenga el material mínimo necesario para atender a nuestros niñas y niños en hospitales de México?



Me llamo Estefanía Moya, tengo 27 años de edad, vivo en Guadalajara Jalisco y soy madre de Jenny, una niña de ocho años muy valiente, amorosa, tierna y diagnosticada con hidrocefalia y con un tumor neuro ectodérmico primitivo central, detectado hace ya más de cinco años.
Con conocimiento de causa les puedo decir que me ha tocado ver las enormes carencias que hay en nuestro Sistema de Salud, los milagros que hacen el personal de salud para atender a nuestros ángeles y también he visto que si uno como papá no lleva el material básico para atender a nuestros hijos, su vida puede pender de un hilo, de una gasa o de una jeringa, literalmente.
Por eso pregunto directamente a los y las Senadoras que participen en la Comisión de Salud y de Atención a la Niñez y Adolescencia de la 64 Legislatura del Congreso de la Unión: ¿Por qué nadie está al tanto de que se tenga el material mínimo necesario para atender a nuestros niños en hospitales público de México?
Nuestra historia cambió un 16 de agosto de 2016, cuando Jenny comenzó con vómito y temperatura. De ir a allá para acá, terminamos en el Hospital Civil Viejo en donde ya me informaron que la niña tenía un tumor en la cabeza. Al día siguiente la intervinieron y duró una semana en Terapia Intensiva.
En los seis meses que siguieron, Jenny fue intervenida al menos 20 ocasiones más, entre lavados y otras cirugías que derivaron por un mal diagnóstico de una biopsia que le habían realizado.
En las últimas intervenciones la niña cayó en choque séptico por una infección por meningitis, al igual que ocho niños más que fueron atendidos en ese mismo periodo en el hospital. Pero solo Jenny sobrevivió, porque los demás papás no tuvieron cómo solventar recursos para comprar todo lo necesario para la ventriculostomía que les realizarían a sus hijos.
Hoy, sólo vivimos con un solo ingreso, el de mi esposo. De los apoyos que envía el Gobierno Federal no he podido cobrar un peso, porque a pesar de todo los esfuerzos, no me han podido ayudar a reponer la tarjeta bancaria. Cuando se tiene un hijo con discapacidad, al menos un padre o un familiar dependerá totalmente de él.
En este panorama lo mínimo que puede hacer el gobierno mexicano es garantizar que existen los insumos necesarios y suficientes para atender a todos los niños, niñas y adolescentes que acuden a algún hospital para hacer válido su Derecho a la Salud.
Es increíble que exista un doble discurso sobre la austeridad y el ahorro de recursos, cuando en un día normal dentro de cualquier hospital de nuestro país, verás carencias, falta de medicamentos, y situaciones que no son aptas para quienes luchan todos los días por defender la vida. Tanto papás, como médicos y enfermeras.
Por eso pido tu apoyo para que con tu firma, y la de al menos 500 personas más, podamos hacer llegar mi carta petición directamente a los y las Senadoras del Congreso de la Unión y obtener una postura directamente de ellos aquí en el portal de Osoigo.
De antemano, de verdad, muchas gracias por tu apoyo.
Estefanía Moya.