Pregunta para Parlamento de Catalunya
Tengo un niño de 4 años con Autismo y el proceso ha sido muy duro ¿Cuándo van a dar las ayudas necesarias en los colegios y mejorar el protocolo sanitario a la hora de tratar con personas TEA?
Me llamo Eva, soy educadora infantil y tengo un hijo de 4 años con TEA. Cuando Isaac tenía 18 meses, yo veía que su evolución no era la esperada para alguien de esa edad, pero quiero destacar que padecía frecuentemente de otitis, por tanto, achacábamos su retraso en comunicación y en relacionarse con los demás, a ello. Debido a mi profesión, sí que me daba cuenta de que algo no iba bien, pero como madre no quieres verlo.
Cuando empezó la guardería me preguntaron que por qué no iba al CDIAP (centro de Atención temprana de nuestra localidad) al cual sigue yendo. Cuando llevaba algo menos de dos años, nos citaron para hacerle unas pruebas; le hicieron la prueba de detección del Autismo; al cabo de unos días, me llamó la psicóloga para decirme si podíamos quedar para hablar. Le dije que no podía, pero ella insistió en que corría prisa, me asuste mucho. Lo primero que me dijo al entrar fue ¿Sabes lo que es el Autismo? Me quedé en shock y me puse a llorar, fue un palo muy grande; la sociedad no está preparada para una persona con alguna discapacidad.
Una semana después, me recompuse y decidí luchar por él, quería tirar para adelante con él; empecé a meterme en grupos, leer libros e informarme sobre el tema y ves que no es todo tan malo como te lo hacen ver en películas.
Isaac ha ido mejorando muchísimo, pero es cierto que el día a día es muy duro, necesita muchísimas rutinas, necesitas tener cautela en qué le dices y el cómo; a otro niño le pegas un grito y reacciona y él no, no entiende por qué lo has hecho, tienes que explicarle las cosas a su manera. Un ejemplo de ello, es que cada noche, lo primero que tiene que hacer es meterse en la cama, le pregunto si quiere leche y me dice que no, que solo quiere el chupete debido a que lo necesita para calmarse; una vez calmado, ya quiere su leche. Después de la leche, quiere el muñeco, es su orden y no puedes cambiárselo. Hasta tal punto que tenemos un calendario con sus rutinas para que sepa qué va a pasar cada día con antelación.
Lo más difícil, son las miradas de la gente; hay personas que entienden sus comportamientos pero otras no. En breve termina en Atención temprana y tengo que dar el paso de solicitar una beca, nos ayudaría mucho recibirla, pero somos conscientes de lo complicado que es.
Necesitamos visibilidad, que en los colegios den charlas de diversidad para que niños y padres entiendan todo esto; en la escuela sus compañeros lo quieren mucho, y como madre, me emociona, suelen ser los adultos los que tienen más prejuicios. También es fundamental personal de apoyo en los colegios para que atiendan adecuadamente a todos los niños y que les implanten más horas, también nos gustaría que el personal médico entendiera más sobre este tema, te encuentras con personal que carece de tacto a la hora de tratarnos. Finalmente, son fundamentales las ayudas para poder darles todas las terapias que requieren, afrontar estos gastos una vez transcurrida la edad en la que pueden recibir Atención temprana, es inviable en los casos de muchas familias y tenemos que hacer grandes esfuerzos para costearlas.