Hola, mi nombre es Eva Orihuela, soy madre de dos niños y una niña. Llevo ya desde el 2018 en una situación cada día más delicada y complicada. Vivimos en una vivienda de alquiler social del ayuntamiento en la cual nos han cortado el agua y a pesar de que intentamos resolver nuestra situación, es darse contra una pared día a día. Muchas de las ayudas por mi situación no nos llegan, mi marido a pesar de estar en búsqueda activa, tampoco lo llaman. Y es desesperante y muy frustrante porque intentas tirar para adelante, pero no puedes. Entre los trámites burocráticos, que son muy lentos (las ayudas llegan con meses de retraso) y la cada vez más interminable lista de personas esperando ser atendidas, el día a día se vuelve insoportable

En el 2018 monté una empresa con una amiga en Asturias. Pero lo cierto es que empezaron a suceder cosas muy extrañas. Uno de los socios de la noche a la mañana se fue. Y claro, yo trabajaba en las madrugadas intentando tener todo perfecto, porque cuando se empieza sabes que no vas a ganar nada, pero aún así le pones todas tus fuerzas y empeño. Fue mucho el tiempo que le dediqué a la página web y a crear la empresa, pero de la noche a la mañana mi socia me quitó el acceso a todo para que no pudiera manejar nada de la empresa, valiéndose de que ésta se encuentra en Asturias y yo vivo en Canarias. 

Y por esta situación, me veo con una mano delante y otra atrás. A pesar de haberla denunciado, yo no tenía ni para un abogado, con lo cual tuve que optar por uno de oficio, estamos intentando recuperar algo y sigo en espera de que la demanda vaya caminando lo más rápido posible.  En resumen, hoy en día no sé qué ha pasado bien con la empresa, los clientes y proveedores solo saben las mentiras que contó mi exsocia y ha cometido un montón de ilegalidades que nadie le ha parado. Lo único que me ha dejado es enfermarme gravemente.

Somos familia numerosa, y todo lo que tenemos es con nuestro duro trabajo. Pero hoy en día, por un problema de impago, nos han cortado el agua. Por más que intentamos conseguir trabajo es difícil. Yo sufrí depresión y con la empresa lo empecé a superar, pero al ver lo que me hizo es muy complicado, porque fue volver a perder la ilusión en algo que creías. Y al final es difícil, porque no ves forma de crecer o cambiar tu situación. Porque, por ejemplo, para la ayuda del ingreso mínimo vital no tengo posibilidad de solicitarla por estar en el registro mercantil de la empresa, a pesar de constar de que no tengo ningún ingreso por ella.

Y muchísimos vecinos están como nosotros, somos todos bloques de viviendas sociales, que siempre estamos con la inseguridad de qué va a pasar con nosotros. Viviendo de las ayudas sociales, como por ejemplo la que correspondía a comida, que eran 300 euros por mes para 5 personas. Por supuesto se agradece la ayuda, pero de la noche a la mañana cuando la volví a arreglar, ya me decían que eran 300 euros para dos meses. Y es que tengo una familia que alimentar…

Lo mismo con los tratamientos dentales. Actualmente me encuentro con una enfermedad que me detectaron a raíz de la situación de estrés que estaba viviendo. Mi propio cuerpo, el estómago, genera una reacción en mi sistema nervioso que hace que me den unos ataques muy fuertes de tos. Y como tengo la boca muy dañada, pues empeora mi situación al no poder digerir bien los alimentos, con los cuales me suelo atragantar. Con la ayuda nos daban 200 euros para el tratamiento, cuando una muela sacarla son 700 euros, el aparato de mi hija unos 3000, más arreglarme toda mi boca no quiero ni saberlo.

Tenemos una situación muy complicada, pero gracias a mis padres salimos adelante. Mi madre siempre nos ayuda, pero ella está con cáncer de pulmón mantenido durante estos 10 años. Muchas veces ha dejado de pagarse cosas por intentar darnos alguito más. Yo he visto a mi madre siendo diabética dejando de comer para darle comida a sus nietos. Aguantando toda la mañana solo con un té para que ellos tuvieran embutidos. Nuestros padres nos ayudan, pero yo no quiero que mis padres se embarguen por seguir tirando cuando ellos tampoco pueden más. 

Vas al paro, intento hacer un curso para trabajar y al final es muchas problemáticas e impedimentos que te ponen. Mi marido fue a una empresa de construcción, le dijo la situación y que necesitaba trabajo. Y el capataz le dijo que sí, pero que necesitaba un curso de riesgos laborales de más tiempo. Fue al paro y les explico la situación. Y claro, allí les dijeron que perfecto, pero que tenía que pagarlo. Cuando no tenemos dinero y solo necesitaba 6 horas. 

Por eso me gustaría preguntarle al Parlamento de Canarias, ¿Por qué no se ayuda a las familias que están en una situación de vulnerabilidad dejándolas abandonadas a su suerte, con menores y  muchísima necesidad inmediata? Llevo desde el 2018 en esta precariedad y con hijos menores a mi cargo sin ninguna solución. No podemos seguir esperando, nuestra situación empeora día a día.

Te pido a ti que estás leyendo mi situación que me eches una mano para que por fin nos escuchen. Firma esta iniciativa para que por fin nos respondan y cambien todo lo que estamos viviendo las familias vulnerables en Canarias.