Pregunta para Parlamento de Canarias
Mi hija sufre parálisis cerebral por mala praxis en el parto, como ella, demasiados casos en Canarias. La V.O acaba en cesárea de urgencia con riesgo para madre y bebé ¿Por qué no se investigan estos casos que quieren evitar cesáreas en sus estadísticas?
Gala, con G de Guerrera, es la alegría personificada. Uno de mis mayores tesoros con una sonrisa que transmite vida, superación, ella es capaz de todo, pero se ha visto obligada a pelear en una guerra que le ha venido impuesta, una que fue provocada por un procedimiento médico inadecuado que le causó daños irreparables en su estado de salud.
Gala nació en parada con bradicardia, tuvieron que reanimarla, fue intubada en neonatos y estuvo 3 días en estado de hipotermia para que su cerebro no sufriera más. Hasta la semana no puede cogerla, tenerla entre mis brazos, sabía que podía morir el cualquier momento. “No te preocupes, puedes tener más hijos que eres joven” llegaron a decirme. Un mes de ingreso en el que yo no paraba de llorar todos los días, psicológicamente estaba siendo muy duro, y una resonancia nos mostró que los daños que le habían ocasionado por falta de oxígeno en el cerebro.
¿Por qué se esperó tanto para realizar una cesárea, si veían que el parto vaginal no era viable con la postura que la niña tenía? ¿Por mejorar las estadísticas de un hospital? Somos los que menos cirugías realizamos, pero ponemos en riesgo la salud de nuestros pacientes.
Es por ello que lanzo esta petición, para visibilizar la violencia obstétrica que se ejerce en la Sanidad Canaria y que trunca la vida de muchas familias. Existen demasiados testimonios como el nuestro, partos que no han podido ser denunciados por falta de pruebas que demuestran la realidad de lo sucedido. Comentarios, comportamientos y actitudes, que ejercen determinados profesionales sanitarios con cierto poder sobre la madre, juzgando, causando malestar o directamente amenazando.
Así fue en el parto de Gala, me dijeron que estando de 5 cm de dilatación no me podían poner la epidural, sin embargo la recibí estando 10, porque alegaron que sino la niña sufriría al necesitar empujar. Ni con fórceps, mi pequeña nació con cesárea de urgencia en la que sentía tirones, como me cortaban, no podía parar de gritar de dolor “tienes que sentirlo” me decían, y al final tuvieron que ponerme anestesia general.
Si el parto vaginal no se puede realizar, y no hay conocimientos para evitar el sufrimiento fetal, ¿por qué es necesario tener que esperar a realizar una cesárea de urgencia?
No queremos que ninguna mujer más sufra este trato vejatorio en uno de los momentos más importantes de su vida, traer a su bebé al mundo. Escuchen las historias traumáticas que han vivido muchas mujeres, que se revisen quejas, demandas, reclamaciones y se investigue. El mío no es un caso aislado, el estrés post traumático es real y se necesita ayuda psicológica para ser tratado.
Los protocolos deben ser mejorados, que se conozcan los derechos, decisiones y emociones de las madres, que exista dignidad para ellas y sus bebés en el paritorio. Que dar a luz no se convierta en un trauma que termine afectando a la salud de nuestro hij@s, de sus vidas, por el simple hecho querer mejorar la reputación hospitalaria con estadísticas.