Pregunta para Congreso de la República de Colombia
No hay que cerrar los ojos ante un tema que es visible y tratable. ¿Cuando se impulsarán campañas, se eliminarán estigmas y se corregirán las desigualdades que sufren las personas con VIH?
¡Hola! Mi nombre es Felipe, soy de la ciudad de Medellín y tengo 31 años. Apasionado por el mundo del diseño y de la moda, romántico empedernido del vino y de las buenas charlas con amigos. Amante de la naturaleza y sus elementos. Soy el menor de 10 hermanos, con raíces campesinas y corazón humilde, como se dice “echado pa’lante” hace unos años, recibí el diagnóstico que cambiaría mi vida, me enseñaría a verla más hermosa y perfecta. Tengo VIH, y esta es mi vida.
Con 18 años, decidí por fin aceptar quien era, amarme y comenzar a vivir. Salí del closet, como se dice popularmente, mis padres no lo tomaron de la mejor manera, mi madre se sintió decepcionada, y mi padre a quien hoy en día respeto y admiro, sigue sin dirigirme la palabra. Lo acepte y sane, era algo que podía pasar, así que estaba preparado.
Siempre he tenido el mantra de disfrutar la vida y sus pequeñas sorpresas, corría el año 2018 y comencé con un proceso de sanación y fortaleza espiritual, ya había tenido mi primer novio y, aunque las cosas no resultaron, no guarde rencor, por el contrario, me enseñó a amarme y cuidarme.
Pasó un año y decidí darme una oportunidad en el amor, abrí una red social de citas y conocí a un chico, las cosas pasaron casi de inmediato, la conexión fue casi instantánea y después de un par de citas tomamos la decisión de comenzar algo más serio. Por lo que nos realizamos exámenes para descartar cualquier percance. Era un procedimiento al que estaba acostumbrado, me sentía confiado. Nunca imaginé lo que los resultados revelarían.
Tenía 28 años, me encontraba en mi oficina y eran las 5 de la tarde. Recibí una llamada del laboratorio donde me decían que tendría que ir al siguiente día donde el bacteriólogo, sin más me colgaron. A las 11 de la mañana del siguiente día, llegue al laboratorio, no tenía sosiego, pero muy en mí mantenía la esperanza de que el resultado fuera negativo.
Después de una breve charla, me confirmaron lo peor, era VIH positivo, aunque indetectable e intransmisible. Nunca te preparas para ello, no sabía cómo había pasado o qué hacer. Lo primero que hice fue hablar con mi pareja en ese entonces, le agradecí por lo poco que pasó y le di los resultados. Increíblemente él decidió quedarse a mi lado, hoy le estoy agradecido por ello; comencé el tratamiento en la EPS, entre exámenes y resultados me di cuenta de algo, el terror que sentía por algo que no conocía a algo que pintan como una enfermedad terminal, por el desconocimiento y la poca información que hay.
A pesar de las circunstancias, soy una persona agradecida con la vida, en especial por mis amigos quienes nunca me han dejado solo. El 6 de abril comencé con el tratamiento, mis dos compañeras de vida, luz y vida, mis dos pastillas quienes hacen parte de cada uno de mis días. Ese día no solo cambió mi vida, también formalicé oficialmente mi relación.
Aunque sentía el apoyo de mi grupo social, aún tenía muchas dudas y miedos, al buscar información encontraba muy poco. Como paciente positivo, sabía que no era el único, por lo que decidí crear una página en Instagram tipo blog sobre este tema, @vih_colombia, una página sin tabúes, ni estigmas, donde se promueve el amor propio y sobre todo la escucha. Porque el VIH no mata, la ignorancia SÍ.
Por eso, quiero lanzar esta petición a las autoridades y al Congreso de la República. Las personas con VIH, andamos como anónimos en el mundo por miedo al qué dirán o al rechazo. He conocido gente increíble, que se siente sin apoyo psicológico o médico. Yo mismo soy un anónimo en mi propio blog. Pero, la vida sigue y hay que hacerle frente a todas las barreras. Se necesita de más educación, información y sobre todo apoyo. He dedicado estos últimos años a ello, y estoy comprometido a seguir ayudando y educando a quienes no saben, eliminando estigmas y enseñando desde la propia experiencia.
Mi meta es crear una fundación en apoyo a todas las personas con VIH, quiero trascender y no me voy a rendir hasta lograrlo. Es momento de que me conozcan, soy VIH positivo indetectable e intransmisible, vivo mi vida sin miedos, con amigos increíbles y pequeños placeres de la vida que agradezco al universo. Todos podemos ayudar…
Apoya y difunde esta petición, para lograr obtener una respuesta por parte de los políticos en la página de Osoigo. Si esta petición logra las 350 firmas será presentada a los Congresistas.