Sinceramente, el hecho me parece intrascendente más allá del debate sobre su muy dudosa eficacia publicitaria. Considero mucho más relevante un aspecto que podríamos considerar justo el contrario. Me refiero a la dificultad que están encontrando los medios de prensa escrita para mantener su fución social con unos ingresos publicitarios menguantes. Mirad esta información:

http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2015-02-07/los-periodicos-pierden-mas-de-13-000-anunciantes-desde-el-inicio-de-la-crisis_703835/

Durante los últimos años, la crisis económica y el surgimiento de nuevos canales publicitarios están alterando sustancialmente un modelo de negocio que había resultado muy estable durante más de cien años. El final de la crisis en países como los Estados Unidos ha puesto de manifiesto que cuando comienza a recuperarse la inversión publicitaria, esta no vuelve ya en la misma medida a la prensa escrita. Y tal vez sea yo un clásico, pero creo que la prensa en papel sigue teniendo un lugar importante en un sistema democrático y, por el momento, no sabemos cómo podrá subsistir sin la publicidad.

Que un anunciante por si mismo pudiera llegar a controlar el contenido de todos los medios a través de su inversión publicitaria es una boutade. Echad un ojo a esta reciente información de la  Asociación de la Prensa de Madrid:

"Medios lanzados por periodistas: Desde el 1 de enero de 2008 hasta el 17 de enero de 2015: 439 medios y otros proyectos"  http://www.apmadrid.es/noticias/generales/nuevos-medios-lanzados-por-periodistas?Itemid=209

La información no llega ya a los ciudadanos por los periódicos en papel. El soporte digital crece a velocidad de vértigo afreciendo una oferta inmensamente plural, y sus ingresos dependen directamente de su éxito entre los lectores. Su alto nivel de competencia y la inmediatez de sus actualizaciones aceptan pocos controles. La publicidad en la red, completamente automatizada, no permite manipulaciones.

Televisión, radio y prensa, por sus canales convencionales o por los más recientes que la tecnología nos permite, ofrecen en España una oferta crítica y plural que salta a la vista de cualquiera. Ojalá la salida de la crisis les aporte a todos los ingresos publicitarios suficientes para mantener y aumentar su potencia y calidad.