Pregunta para Parlamento de Catalunya
¿Cuándo se tomarán medidas contundentes para proteger a las víctimas de violencia de género y sus familias?
Hola, me llamo Gemma, tengo 50 años y llevo toda una vida luchando contra la violencia de género dentro de mi casa. Mi padre es un maltratador nato, ejecutó violencia de género contra mi madre, a base de gritos, de chantajes y manipulaciones varias, que después heredamos sus hijas y, actualmente, sus nietas.
¿Cómo puede ser que este tipo siga en la calle con total libertad para seguir ejerciendo maltrato contra las mujeres de la familia? Evidentemente, esto sucede por la inacción de la justicia en este país en lo que respecta a la violencia de género. “Señora, hasta que no haya sangre no hay orden de alejamiento”, fue una frase dicha por un policía mientras ponía una denuncia y solicitaba la orden para guardar las distancias con el maltratador.
Desde bien pequeñita, he vivido en casa maltrato, tanto físico, hacia mí principalmente, como psicológico. Llegó hasta el punto de poner todas las cuentas a su nombre para chantajear a mi madre con el dinero y amenazarla. Mi madre lo aguantaba porque por aquel entonces eran muy pocas las herramientas que existían, hasta que un día, mi hermana y yo decidimos convencerla para que se divorciara. Así fue. Después del divorcio él le siguió haciendo la vida imposible, hasta hace un año que falleció ella, con toda una vida a sus espaldas llena de dolor y sufrimiento, pero feliz porque sabía que sus hijas la hemos querido con todas nuestras fuerzas y no vamos a dejar que su maltratador, y el nuestro también, se acerque más a nuestras familias.
Como bien he dicho, toda mi infancia estuvo marcada por las broncas monumentales y los golpes constantes. Por este motivo, decidí aferrarme a mi entonces novio y ahora marido para salir de aquella situación. Creamos una familia preciosa y mi padre, al ver que no conseguía hacer conmigo lo que antes empezó a perseguir a mi hija mayor. Iba al cole y le decía: “Voy a hacer todo lo posible para que toda tu familia acabe en la cárcel”. Y muchas más cosas por el estilo. Obviamente, lo denunciamos en varias ocasiones pidiendo incluso una orden de alejamiento que nos fue denegada.
El colmo llegó cuando nos citó en un juzgado para exigir un régimen de visitas para estar con su nieta. Le fueron denegadas y menos mal, porque en la vida hubiera dejado a mis hijas en manos de ese hombre que nos había hecho la vida imposible a mi madre, a mi hermana y a mí.
Cuando llegó la crisis económica, la empresa de mi marido cayó en picado y fue la oportunidad para decidir empezar una vida de 0. Alejados del monstruo que teníamos dentro de la familia. Nos fuimos a Menorca, con el convencimiento de que nos íbamos a olvidar de él. Sin embargo, no sé cómo descubrió dónde vivíamos, pero nos llegó a visitar hasta dos veces, mientras se alojaba en un hotel que teníamos al lado.
Únicamente hubo un Guardia Civil que se preocupó por nuestro caso y vino a nuestro domicilio repetidas ocasiones para ver cómo estábamos. Por suerte, desde la segunda vez que apareció por la isla, ya no ha vuelto a tener contacto con mis hijas.
Es injusto que, a día de hoy, este hombre siga impune y que la justicia nos dé de lado por no tener pruebas suficientes. ¿Cuándo se tomarán medidas para proteger a las víctimas de violencia de género y sus familias? Este hombre maltrató a mi madre, después también a mi hermana y a mí y también ha perseguido durante mucho tiempo a mi hija mayor haciéndole comentarios dañinos que también cuentan como maltrato psicológico.