Pregunta para Congreso de los diputados
Tengo que pagar un psicólogo privado porque desde la Seguridad Social no trataron mi depresión con la prioridad que merecía. ¿Cuándo se van a tomar medidas para mejorar la sanidad mental pública?
Mi nombre es Gemma, tengo 18 años y llevo arrastrando una depresión desde hace dos. Quedé bastante decepcionada cuando decidí acudir al psicólogo de la Seguridad Social. Era la primera vez que iba a terapia y me sentí realmente incómoda. Cuando llegué me indicaron que si iba allí era “para aprovechar la sesión”, algo que creí que estuvo fuera de lugar teniendo en cuenta la dificultad para conseguir una cita y el poco tiempo que me dieron.
Cuando empecé a estar realmente cómoda para hablar sobre lo que sentía, me cortaron bruscamente y me dijeron que tenía que terminar para que entrara el siguiente. Me trataron con mucha frialdad, me hicieron preguntas incómodas y cuestionaron mi depresión. Debido a esto estuve unos siete meses sin volver a pisar una consulta ya que no quería repetir esa experiencia. Me sentí humillada y para alguien que padece depresión esto es algo muy duro.
Las personas que sufrimos este problema de salud mental tendemos a pensar las cosas en negativo, nos rendimos fácilmente y solemos tener poca energía para afrontar nuevos retos. Todo esto acompañado de otros factores como los ataques de pánico o el insomnio.
Creo que debería de haber más información sobre la salud mental en general. Todavía hay muchísimos estigmas. Yo he sido la primera en pensar que no me hacía falta ir al psicólogo porque lo concebía como un médico “para locos”. Esto supone un gran problema social, sobre todo para los más jóvenes que son quienes principalmente lo sufren.
Según los últimos estudios, la mitad de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años (el 48,9%) creen haber tenido algún problema relacionado con la salud mental y a pesar de esto cuatro de cada 10 de los que declaran tener un problema no han solicitado ayuda de ningún tipo. Además, tras las secuelas que ha dejado la pandemia, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte de los más jóvenes. ¿Qué se está haciendo para prevenir esto?
Los y las jóvenes de hoy en día, siguen sin tener acceso a una correcta información sobre salud mental. Posiblemente podríamos haber evitado muchas muertes si desde las instituciones se hubiese hecho una gestión adecuada, invirtiendo en sanidad pública y en campañas de prevención y sensibilización.
En mi instituto he recibido muchas charlas de educación sexual, muchas otras sobre violencia de género o sobre el peligro de hacer un mal uso de las redes sociales, pero no he recibido ni una sola sobre salud mental. Esto me parece muy grave ya que probablemente la mitad de los alumnos haya tenido algún problema de salud mental sin recibir absolutamente ningún tipo de ayuda o de orientación.
Por último, me gustaría remarcar la importancia de saber tratar a las personas que estén pasando por un periodo de depresión, ansiedad o que padezcan algún problema de salud mental. Hay que intentar entender a estas personas y no tacharlas de “exageradas” o “quejicas”. Decir cosas como “tranquilízate” o “intenta animarte” en medio de un ataque de pánico no ayuda. Es mejor un abrazo, un “estoy aquí”, “no estás sola” o “saldremos de esta juntos”.
El tratamiento psicológico es necesario para conseguir la recuperación total, pero que el resto de las personas te entiendan y sepan como tratarte, ayuda mucho.
Actualmente, en España solo se invierte en salud mental 5,5 euros por cada 100 que destina al gasto total sanitario, esto explica por qué cuando un ciudadano pide cita para acudir al psicólogo de la Seguridad Social se la dan para dentro de dos meses, por qué las sesiones son tan cortas y por qué el número de psicólogos sigue siendo insuficiente.
Mis padres pagan 100€ por dos sesiones para que yo pueda ir a un psicólogo privado, pero hay muchas familias que no pueden permitírselo. Por eso desde aquí quiero dirigirme al Congreso de los Diputados para que implementen más medidas y más financiación para mejorar la salud mental pública y la visión que la sociedad tiene de la misma.