Nuestras familias, (la mayoría encabezadas por mujeres, las mas precarias por la desigualdad laboral y con mayor dificultad de conciliar por el hecho de ser mujeres y tener que hacerlo en solitario), están en aumento. 

Posicionándose en primer lugar ante las familias numerosas.

Sin embargo, seguimos invisibilizadas en todos los ámbitos.

Y seguimos esperando que las unidades familiares monomarentales/ parentales con dos hijxs o mas, sean consideradas numerosas.

Se hace necesaria una regulación propia, ( por la gran diversidad existente dentro de nuestro modelo familiar y ya que no tenemos las mismas necesidades que las numerosas), que nos dote de legalidad, y recursos reales de apoyos, como ya se hace con ellas.

Así como que se nos tenga en cuenta en todas aquellas propuestas de medidas sociales que se propongan.

Muchas de nuestras familias provienen de la violencia machista.

Es necesario dotar de recursos para que las mujeres que la sufren, se atrevan a dar el paso a salir de ella.