Me llamo Goizalde, tengo 24 años, soy de Basauri, Bilbao y tengo discapacidad auditiva. Empecé a tener problemas auditivos con 19 años, cuando me detectaron otosclerosis en ambos oídos. Fui operada, pero la operación salió mal y durante la pandemia sufrí un ictus en el oído derecho por el que perdí la audición totalmente. Actualmente, llevo un implante osteointegrado en el oído izquierdo, del que sigo adaptándome. 

Desde que adquirí esta discapacidad, me he ido dando cuenta con el paso de los años, como la realidad de las personas con discapacidad auditiva, y la diversidad de esta, no están suficientemente representadas ni visibilizadas en la sociedad. Existe una falta de accesibilidad e inclusión en muchos ámbitos, que acaban provocando un aislamiento no deseado de este colectivo. Esta falta de accesibilidad es especialmente notable en espacios de ocio y cultura, como lo son el cine, el teatro, los conciertos… Estos últimos son espacios prácticamente inaccesibles para personas con problemas auditivos. Y parece que se hace poca cosa para cambiarlo. 

Existen medidas y soluciones para proporcionar una mayor accesibilidad y adaptar los conciertos, óperas y actuaciones musicales a todos. Pero no se ofrecen o informan sobre ellas. Independientemente de los intérpretes de lenguaje de signos, (que aunque van cogiendo fuerza, siguen sin ser una realidad) es necesario tener en cuenta que no todas las personas sordas son signantes (ya que o bien no se les ha ofrecido este recurso o no lo han considerado o podido considerar como una opción) y además, que la música no solo es la letra. Es también el ambiente, la melodía, la vibración, el ritmo… Y existe la tecnología para que la música se sienta, como por ejemplo, las mochilas vibratorias, los subtítulos en directo… Entonces, ¿por qué no se ofrece? 

Con esta campaña, no solo quiero visibilizar estas barreras, sino instar a las instituciones que hagan mayores esfuerzos para implementar este tipo de “soluciones” y que tengamos en nuestras ciudades eventos musicales accesibles. Tenemos derecho a disfrutar del ocio y la cultura como cualquier otra persona. Por ello, quiero dirigir esta petición a los representantes del Parlamento Vasco, para que hagan se hagan eco de esta realidad y sean conscientes de las barreras que nos seguimos encontrando día a día.

Pido desde aquí la máxima difusión y apoyo a esta campaña. ¡Gracias a tod@s!