Mi nombre es Greta Candia, madre de Ethan Cornejo Candia, un pequeñito de 2 años y 2 meses que vio su vida cegada por personas negligentes y sin escrúpulos que dicen ser profesionales de la salud.

Nuestro camino empezó cuando a mi hijo le empezaron a dar unos ligeros temblores. Eran como pequeños escalofríos, pero muy cortos. Como madre primeriza me asusté y lo llevé a una consulta médica. Fue ahí que el neurólogo pediatra le diagnosticó una epilepsia parcial leve. Mi hijo nunca tuvo una crisis convulsiva. Sus temblores duraban menos de 5 segundos. Sin embargo, el médico nos recetó dos años de tratamiento de un jarabe con lo que debería estar perfecto. Eso sí, cuando Ethan cumpliera 2 años, tendría que hacerse una resonancia magnética y un electroencefalograma.

Cuando llegó el momento, en el Hospital del Niño de San Borja pudimos hacerle el electroencefalograma, pero la orden para la resonancia demoraba, ya que tenían prioridad los niños hospitalizados. Es así que fuimos derivados a una clínica particular, IGSA Medical, para poder realizar este examen. El médico tratante de mi hijo ordenó que sea una resonancia magnética sin contraste con sedación, pero, desconociendo estas indicaciones, el señor Boris Gómez Gonzales, médico encargado en ese momento, decidió que sí se realice con contraste pues a su juicio era necesaria para una mayor precisión del resultado. En una resonancia con contraste, a mi hijo le tendrían que aplicar un medio de contraste por vía intravenosa, este médico nunca me dijo que le inyectó, puesto que ya tenía una jeringa cargada con un líquido transparente. El examen tendría que haber durado 40 minutos. Sin embargo, luego de dos horas de espera, me di con la peor sorpresa de mi vida.

Luego de esperar tanto, preocupada, me acerqué a preguntar por mi hijo. Una enfermera me dijo que pasara y fue ahí donde vi que a Ethan le estaban haciendo técnicas de reanimación sin estar entubado hasta ese momento. Desesperada, llamé a mi esposo y el vió lo que sucedía. Finalmente, ante nuestra insistencia se traslada a mi hijo al Hospital Sabogal del Callao. Ellos dicen que salía de allí con signos vitales leves, lo cuál es mentira porque en el informe del hospital dice que mi hijo ya llegó cadáver.

En la tristeza y desesperación del momento una no entiende nada, no cree que esto le pueda estar pasando, pero más allá de eso, yo sé que la atención a mi hijo fue, por lo menos, descuidada y que todo este tiempo se ha querido ocultar lo que realmente pasó durante ese examen. Y en cada paso que hemos dado en busca de la verdad nos hemos encontrado con cosas más turbias.

Primero, según el informe que emitió esta clínica, dicen que mi hijo entró en paro apenas terminó el examen, a las 10:47 a.m. pero a nosotros recién nos avisaron a las 12:05 p.m. y fue luego de que nosotros exigiéramos respuestas. Luego, en la necropsia que le hicieron a mi hijo, salía con más hincones en el cuerpo, cuando por el examen solo debía tener uno. Incluso, dos de esos hincones estaban en la ingle, algo imposible si cuando a mi hijo lo trasladaron al Hospital Sabogal se encontraba complemente vestido. También sabemos, por declaraciones de otro médico, que recién pasada una hora y media de paro, a mi hijo lo han intubado, pero eso no cuadra con el informe médico que ellos mismos han emitido.

Este doctor, que sigue atendiendo como si no hubiera pasado nada, ya tiene otra denuncia por el fallecimiento de un menor de 7 meses y otra persona adulta que murió cuando la estaban anestesiando. Esto es inconcebible y la clínica ha actuado todo este tiempo como apañadora de la negligencia, sin brindar ningún dato esclarecedor y solo aportando a poner más sombras sobre el caso.

Nosotros tenemos todas las certezas que no hicieron nada para salvar a mi hijo, que usaron ese tiempo solo para salvarse el pellejo ellos y seguir negando que lo que hicieron con Ethan fue una negligencia. En el Estado tampoco hemos encontrado un aliado ya que hace 4 meses que estamos esperando por la necropsia definitiva que nos ayudaría a entender lo que pasó en esa clínica.

Nada ni nadie me va a devolver a mi hijo, eso lo sé, pero quiero que esta campaña me ayude a encontrar justicia y paz. Esto no solo por mi, sino por todas las familias que han sufrido por las acciones de este médico negligente y para que de una vez por todas se tomen cartas en el asunto.

Hoy, necesito tu ayuda, ya que, si logramos recolectar 300 apoyos, las autoridades tendrán que responder por nuestro caso en la plataforma de Osoigo Perú. Solo tienes que hacer click en “Apoyar” y difundir nuestro caso con tus contactos de Whatsapp y otras redes sociales. No nos rendiremos hasta saber la verdad.