Me llamo Haridian, tengo 41 años y acabo de superar un cáncer de mama.

Como por la Sanidad Pública las consultas ginecológicas se dan cada dos años, acudía a un médico privado, en Madrid, los años en los que el primero no me atendía. 

El pasado mes de junio acudí a mi médico privado, quien me realizó una palpación manual y notó algunos nódulos en mi pecho izquierdo. Me recomendó hacerme una mamografía, ya que aunque siempre he tenido los pechos fibrosos, era conveniente revisarlos.

Al no tener un seguro privado, tuve que pagarme esta mamografía. A los dos días me llamaron informándome de que debía realizarme varias pruebas complementarias. Volví a la clínica y me entregaron un informe que debía llevar a mi médico de cabecera, en Tenerife, para que me practicasen una biopsia, pues habían detectado un tejido sospechoso en mi mama derecha. De aquí me derivaron al hospital y, en julio, además de la biopsia, me hicieron una resonancia magnética. Tenía cita para recibir los resultados el 13 de agosto, pero tras la resonancia, me la adelantaron al día 4. Ese día me confirmaron que tenía un Carcinoma Intraductal Insitu Grado II, con un tamaño de 8,5x5cm.

Me explicaron que, dada mi densidad mamaria, este tumor no se pudo palpar manualmente. Por otra parte, teniendo en cuenta el tipo de tumor y el estado en que se encontraba, en un principio, no sería necesario someterme a quimioterapia ni radioterapia. En cambio, al ser tan grande, no sería posible conservar la mama.

El 20 de octubre me operaron, realizándome una mastectomía unilateral radical y extrayéndome un ganglio. Dos semanas después me confirmaron que ya no quedaban células cancerígenas y que, efectivamente, y por suerte, no tendría que seguir los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.

Ahora, he empezado con el tratamiento en pastillas que tendré que tomar durante los próximos cinco años, y estoy a la espera de que en enero me reconstruyan la mama.

Me gustaría destacar que, desde que me detectaron el cáncer, he echado muy en falta el acompañamiento psicológico y nutricional, pues se trata de un proceso traumático y de mucha incertidumbre en el que considero que recibir ayuda es fundamental.

Por todo esto, me dirijo al Congreso de los Diputados, con el objetivo de que destinen más recursos a la investigación del cáncer, a su detección precoz, y al cuidado integral de los pacientes oncológicos desde el punto de vista nutricional y psicológico.