Me llamo Helena y vivo en el País Vasco. Un día, mientras me duchaba, me percaté de que tenía un bulto en el pecho. De entrada, no le di mucha importancia, ya que tengo pechos fibrosos y anteriormente ya me habían salido otros nódulos relacionados con temas hormonales. Aun así, al ver que con el paso del tiempo el bulto no desaparecía, decidí pedir cita para visitarme con una ginecóloga privada. Cuando me exploraron, me indicaron que probablemente no se trataría de nada malo; que seguramente sería un fibroadenoma. Igualmente, decidieron pedirme cita para hacerme una biopsia.

A los 10 días de biopsiarme el nódulo, me informaron de que se trataba de un tumor maligno. Me explicaron que padecía un cáncer de mama triple negativo en estadio inicial y me derivaron a la Unidad de Mama con la intención de realizarme un seguido de pruebas diagnósticas. Me practicaron una mamografía, una ecografía mamaria y una resonancia. Entonces me indicaron que existía tratamiento y que, además, el tumor se encontraba localizado. Antes de empezar con los tratamientos, me sometí a una congelación de óvulos. En estos momentos, estoy recibiendo quimioterapia con la finalidad de reducir o hacer desaparecer el tumor. Una vez termine, en principio me intervendrán quirúrgicamente y, finalmente, me someteré a un tratamiento de radioterapia.

Tuve suerte con mi diagnóstico porque acudí rápido al ginecólogo y porque me atendieron y me detectaron la patología muy rápido, pero la realidad es que no todo el mundo tiene la misma suerte. A veces, debido a algunos indicadores como podría ser la edad, síntomas relacionados con el cáncer de mama, pero que podrían indicar otras patologías menos graves, se dejan pasar o se alargan en el tiempo con el argumento de que la persona no cumple todos los indicadores que definen la estadística de afectación del cáncer de mama en general.

El diagnóstico temprano del cáncer es primordial para definir el buen o el mal pronóstico en relación con la evolución posterior de la enfermedad y la aplicación de según qué tratamientos; el diagnóstico tardío es muy peligroso. Hay muchas chicas jóvenes que padecen cáncer de mama y considero que a nivel institucional se debería de trabajar para revertir la situación en la medida que fuera posible. Creo que apostar a nivel económico para poder realizar cribados de detección temprana del cáncer de mama a mujeres jóvenes sería una solución en este sentido.

Es por lo presentado; además de para dar visibilidad a la necesidad de aumentar los recursos económicos que se destinan a la investigación del cáncer de mama triple negativo, que es un aspecto crucial ya que se trata del cáncer de mama más agresivo, con peor pronóstico y menos investigado, que me dirijo a los políticos del Eusko Legebiltzarra, ya que son quienes me representan: “Mejorar la inversión en investigación es fundamental. Además, creo que se debería de apostar para que fuera factible hacer pruebas de cribado de detección temprana a personas jóvenes. ¿Cuándo se va a trabajar en pro de lo mencionado?”