Estimado Ander:

Para conocer las necesidades de las personas ciudadanas, lógicamente el hecho de haber vivido o estar dispuesto/a a vivir las mismas o similares circunstancias ayuda mucho, pero creo que por sí mismo no es determinante. Para mí, es un conjunto de factores, destacando entre ellos la sensibilidad y la empatía, así como el entorno familiar, comunitario y asociativo en el que uno/a desarrolla su vida. Por ejemplo, en una federación de servicios sociales para personas sordas recogí experiencias vitales de personas usuarias en diferentes situaciones: discriminación laboral, vecinal y social; salarios indignos en centros especiales de empleo; dificultades para llegar a finales de mes; casos de violencia de género o conflictividad conyugal; etc. Y eso es un reflejo de toda la sociedad.

En mi caso, no he ido desarrollando una carrera política al uso sino que he trabajado muchos años en varios ámbitos desde que terminé la universidad, sin prácticamente parar. En todos estos años he vivido con salarios a veces por encima del sueldo medio de la población, a veces por debajo, a veces en esa línea. Sé lo que es cobrar de forma estable puesto que fui funcionaria y sé lo que es no saber qué se va a cobrar los próximos meses puesto que soy autónoma. Nunca he estado en situación de pobreza pero he sido víctima de dos entidades declaradas en concurso de acreedores y debido a ello he pasado apuros. Gracias a estos vaivenes he aprendido a adaptarme a las circunstancias económicas y materiales de cada momento y ser feliz con lo que tengo a mi alrededor, lo realmente valioso, la familia y los amigos.

Creo que por todo ello sabría priorizar las necesidades de las personas en situación o riesgo de exclusión social y comprender las inquietudes de quienes no tienen un trabajo estable o remunerado dignamente.

Esperando haber respondido a tu pregunta, un saludo.