Los MIR de la Comunidad Valenciana llevamos desde el 21 de Julio en Huelga debido a la vulneración de nuestros derechos y de las precarias condiciones laborales a las que estamos sometidos. Trabajamos un total de 230 horas mensuales, algo que no se puede tolerar. Después de que se nos diera la espalda, hemos empezado una guardia delante de la puerta de Conselleria para exigir unas condiciones dignas de trabajo y una negociación en la que se nos incluya. 

Los residentes MIR pasamos años estudiando para poder obtener una plaza para formarnos como especialistas. Empezamos en la selectividad, donde debemos de sacar las mejores notas, y después de 6 años de carrera y uno para pasar los exámenes MIR, podemos conseguir nuestra plaza como residentes, donde estaremos formándonos durante 4 o 5 años con un contrato laboral y formativo. 

El objetivo de nuestro contrato es formarnos como especialistas, pero la precarización de la sanidad pública ha derivado en que tengamos que dejar de lado nuestra formación para cubrir las necesidades del sistema. 

Hemos terminado convirtiéndonos en mano de obra barata y en una especie de comodín dispuesto a todo y a total disposición del servicio. Trabajamos extensas jornadas de 24h seguidas, y después de ellas en muchas ocasiones debemos continuar trabajando, atendiendo u operando a los pacientes sin estar descansados. Todo esto supone un riesgo para los pacientes y una gran carga física y psicológica para nosotros.

Los MIR deberíamos de contar con un supervisor adjunto que supervisara lo que hacemos, pero nuestros adjuntos están sobrecargados, por lo que esto no se cumple. Muchas veces nos encontramos solos, viéndonos obligados a atender a pacientes y a realizar labores para las que no estamos suficientemente formados sin supervisión alguna. Esto puede llegar a suponer un peligro para muchas personas. 

Además, no disponemos de espacios de descanso dignos. Muchas veces compartimos camas, lo que también llamamos las “camas calientes” ya que durante la pandemia no se cambiaban las sábanas, y eso suponía un foco de contagio. También se dispone de nosotros para cubrir bajas, vacaciones y permisos de otros residentes, aumentando así el número de guardias. 

No se respeta el descanso de 36 horas ininterrumpido, no tenemos facilidades para la conciliación familiar y cobramos un sueldo base de 1000€, algo indigno para la formación que tenemos. 

Después de 20 días de lucha, seguimos esperando a que la Conselleria se digne a negociar. Nos vendieron una negociación que hicieron con sindicatos terceros (y no con el Comité de Huelga). Nos dijeron que no firmarían ningún acuerdo y que trasladaban nuestras quejas a un foro de sindicatos. Además, la consellera Ana Barceló compareció ante los medios asegurando que han habido 4 reuniones, cuando lo que se ha producido son tres encuentros con un técnico, tras las manifestaciones, una reunión extraoficial y únicamente una reunión oficial con Carmen López (directora de RRHH) en las que se ha dicho expresamente que no tienen intención de negociar con el Comité de Huelga.

Durante el Estado de Alarma la población nos aplaudió, pero no queremos ser héroes, sino trabajadores con unas condiciones dignas. Necesitamos una respuesta por parte de las Cortes Valencianas, una negociación decente para poder mejorar nuestras condiciones laborales. 

Nuestras condiciones laborales precarias repercuten en la atención de los pacientes y suponen un peligro para todos. Por este motivo, exigimos una negociación en la que se nos incluya y un Convenio Colectivo que garantice nuestros derechos laborales. 

¡Ayúdanos y súmate a nuestra causa! #ConvenioMIRya