Son una nueva formación, pero hay que exigirles más de definición en su proyecto político.
Cuesta opinar sobre la posición de Podemos Euskadi, así en global, cuando sus dirigentes están evidenciando tantos problemas de indefinición.
Es algo que hemos visto en el conjunto de España (con sus propuestas económicas o cuestiones nada secundarias como el debate soberanista en Cataluña), y que se está viendo también en Euskadi. Estos días, sin ir más lejos, estamos asistiendo a un intenso debate interno en las filas de Podemos sobre su posición respecto a la izquierda abertzale y la convivencia en la sociedad vasca.
No quiero resultar excesivamente crítica. Son una nueva formación, pero creo que es de justicia, ahora que empiezan a tener representación institucional, exigirles algo más de definición en su proyecto político.
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