Estimada Idoia, tras leer los rudimentos del pacto con el PNV quisiera hacerte llegar una pequeña reflexión y una pregunta sobre ello.

Sé que el PSE hará una buena labor en las competencias que le sean asignadas. Del mismo modo que gente como Rubial, Buesa, Jáuregui, Recalde, Freire, Antolín, López o Celaá contribuyeron a la modernización de Euskadi, estoy seguro de que quienes tengan las responsabilidades dadas al PSE en esta legislatura harán una buena labor.

Sí me preocupan los pormenores relacionados con el autogobierno de Euskadi. Como dijo el lehendakari López durante su mandato, el estatuto de 1979 es mucho más que una ley. Es un pacto que consagra la autonomía como espacio de encuentro a los vascos, tras tantos años de guerras, dictaduras y terrorismo. Es más el espíritu de su articulado que sus artículos lo que da esa fuerza a la ley.

Por ello, me preocupa que un proceso de reforma del estatuto derive en un conflicto político de consecuencias difíciles de vislumbrar. El debate del estatut de Catalunya fue lento, farragoso y sembró un conflicto social donde no había peticiones populares previas de más autogobierno. Se aprobó un estatuto catalán largo, complejo, poco claro, denso y confuso, fuera del alcalde de las personas de la calle, a quienes se inoculó con la posterior sentencia del TC un sentimiento de agravio aprovechado por los pocos independentistas anteriores a su reforma.

¿Hay riesgo de que ocurra eso con el estatuto de autonomía vasco? El estatuto del 79 es claro, conciso y corto, dada la peculiaridad foral vasca. ¿Se puede redactar un estatuto mejor, que nos facilite la convivencia y clarifique la normativa sin añadir confusión?

Es más, ¿hay espacio para dar más competencias a Euskadi? El estatuto da prácticamente todas las competencias que afectan a los ciudadanos, salvo las que no llegan directamente a la calle (defensa, asuntos exteriores, moneda...) Y muchas de éstas son hoy competencia de Europa. ¿Qué competencias puede dejar de gestionar Madrid? Más aún: ¿conviene que las pocas que gestiona Madrid, como las cercanías ferroviarias, dejen de estar gestionadas por el Gobierno central? ¿Por qué debe desaparecer por completo la poca visibilidad que el Gobierno de España tiene en Euskadi? ¿No es esto un acicate para romper esa vinculación que el País Vasco tiene con el resto de España?

Yo no quiero que el estatuto de autonomía de Gernika, aprobado en 1979, deje de estar vigente. Por ello planteo estas cuestiones que me preocupan.

En resumen, ¿contempla el PSE-EE estos riesgos en el debate estatutario que ha aceptado realizar en los próximos meses?