Somos cinco amigas de toda la vida, tres biotecnólogas y dos periodistas. Siempre habíamos querido hacer algo juntas, pero nunca lo habíamos puesto en marcha. Y fue en 2020, cuando las expectativas de futuro habían empeorado, cuando se nos ocurrió la idea de empezar la cuenta de divulgación científica Influencells. Queríamos juntar nuestros dos mundos y creímos que la mejor forma era la divulgación científica en redes sociales. 

Algo que tuvimos muy claro desde el primer día es que queríamos darles voz a las mujeres científicas. Nuestra sección de Influencell de la semana es básicamente eso, contar la historia de una científica, muchas veces invisible. Nos gustaría que no quedasen silenciados sus logros u ocultos tras la sombra de un hombre que se lleva todos los éxitos. 

El problema que hay actualmente, es que, aunque los laboratorios están formados principalmente por mujeres, los altos cargos siguen estando ocupados en su mayoría por hombres. Son muchos los factores que nos impiden llegar a los puestos más altos: el techo de cristal, la conciliación familiar, que desgraciadamente sigue ocurriendo mayormente.

Creemos que es importante que desde pequeñas, se nos eduque para que las profesiones y los cargos no tengan roles de género. Hay que apostar por empoderar a las niñas, para que no se queden con el mensaje de que este es un mundo de hombres. Hay grandes científicas que han aportado mucho a la sociedad, el problema es que no se les da visibilidad. 

Otro gran problema es que, en el momento  que tengamos que detener nuestra vida laboral por querer formar una familia, vamos a ver difícil regresar. Es una carrera muy competitiva y en cuanto te bajas del barco ya quedas muy atrás. Por motivos sociales, somos las mujeres quienes tenemos que desaparecer. El mundo debería valorarlo y poner facilidades. ¿Cuántas mentes brillantes y grandes trabajadoras se habrán quedado rezagadas en el camino?

Otra situación que se da es que, muchas veces, la idea que da una mujer científica no se ve con el mismo valor que la que puede dar un hombre, cuesta más que nos hagan caso y se nos valore. Además, hemos visto acoso laboral a mujeres también en este mundo.

Por ello, pensamos que es importante que se tomen medidas que impulsen la igualdad dentro del mundo científico. Los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace mucho tiempo continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia. Las niñas y las mujeres tienen hoy cuatro veces menos probabilidades que los hombres de adquirir las competencias digitales básicas, que serán esenciales en el futuro.