Siendo sincero, desconozco el asunto. Lo que si conozco es un debate parecido en mi ciudad, en Donostia, donde el soterramiento del "topo" o trén de vía estrecha que une la capital con toda la franja costera y parte de la provincia está siendo discutida por sus hipotéticas repercusiones sobre inmuebles urbanos y por su coste. Pienso, sin embargo, que soterrar la infraestructura mejora notablemente no solo la movilidad de sus usuarios, que son principalmente personas del entorno de la ciudad que o bien van a trabajar o al disfrute de su oferta de servicios, y también muchos estudiantes universitarios, y solo por eso merece su atención, sino que también facilita la creación de nuevos espacios urbanos allí donde hoy las vías hoy constituyen barreras que separan entornos inmediatos. Y no es solo una cuestión social -acercar personas usuarias del transporte público de forma más eficaza a sus entornos laborales y sociales, o comunicar barrios hasta ahora incomunicados, sino también una oportunidad de aprovechamiento económico de los espacios en superficie para usos de interés general, incluída la promoción de vivienda pública. 

Por eso entiendo que es, sobre todo, una oportunidad que, gestionada de forma adecuada e intentando suscitar el consenso adecuado, solo puede redundar en mejoras para los ciudadanos.