Me llamo Irene Navajas y quiero hablar sobre la discafobia. Mi reivindicación comenzó cuando Dabiz Riaño lanzó el documental ‘7 lagos 7 vidas’. Él fue diagnosticado con ELA hace unos años y como en el agua es donde mejor se siente, porque evita el efecto de la gravedad, decidió ir a bañarse a los 7 lagos más famosos del Este de Europa. Hablé sobre su documental en mis redes sociales y se puso en contacto conmigo, me comentó que harían un pequeño evento para reivindicar que la aparición en el diccionario de la palabra discafobia. En la RAE le dijeron que la palabra no está reconocida porque no tiene uso, lo cual no tiene mucho sentido porque hay otras palabras con menos uso que síque están en el diccionario. Como yo no pude asistir al evento comencé a publicar sobre el problema en Instagram para hacerme eco y visibilizar este sistema de opresión. 

Hay una discriminación sistemática incluso a nivel académico y la discafobia es una realidad tangible. Soy una persona con diversidad auditiva, la adquirí con 14 años y ha sido durante estos últimos años cuando me he dado cuenta de que la palabra discafobia define un hecho muy real con el que hay que convivir todos los días. Me gustaría reivindicar que debemos darle visibilidad al término discafobia porque cuando escuchas otros términos como homofobia, sabes de lo que estamos hablando pero la palabra discafobia es poco conocida y la gente no sabe muy bien de lo que estamos hablando. Define el odio que existe hacia ciertas personas con alguna discapacidad solo por el hecho de ser diferentes. 

La clave es la educación en cualquier punto, pero el sistema educativo español no está preparado para albergar toda esta diversidad. Yo no recuerdo haber estado en clase con ninguna persona con diversidad funcional y en ningún curso nos dieron información sobre el tema. Al no convivir con ninguna persona con diversidad funcional tampoco puedes comprender bien el problema, los centros de educación especial no aparecen en los medios. Si no te educan sobre ello parece que no existe y si no enseñamos a los menores a que convivan con esta realidad, la volvemos invisible. Sería necesario aprender desde edades tempranas que las personas que tenemos una diversidad funcional somos iguales que las demás, pero funcionamos de una manera distinta y no pasa nada. Llegamos a la edad adulta con estas carencias y sin tener educación en la diversidad. 

Por todo esto, pido a los políticos y políticas del Parlamento de Catalunya que se comprometan a visibilizar el término discafobia, informando sobre todo lo que implica y reconociendo la palabra. También quiero visibilizar que he tenido muchísimos problemas en la universidad por la falta de accesibilidad. Ahora hay un movimiento legislativo para la inclusión de las personas con diversidad funcional en las aulas y me gustaría saber cuál es el plan de actuación y cuándo tienen pensado hacerlo. Nadie está poniendo los medios para que accedamos a la educación.