Pregunta para Parlamento de Catalunya
¿Conoceremos un mundo en el que se eduque en el respeto y la diversidad?
Hola, hoy queremos presentar a los protagonistas de una historia súper especial, dos personajes entrañables que hacen de nuestra historia un cuento de hadas, realista, no siempre alegre, pero que rezuma magia.
El primero es nuestro personaje de carne y hueso: Hugo. Hugo es un niño de seis añitos de edad que padece síndrome de Smith Magenis. En términos técnicos, este síndrome se produce por una mutación genética aleatoria del cromosoma 17, y cuya sintomatología viene provocada, más específicamente, por la mutación del gen RAI1. Este síndrome, entre otras cosas, afecta a múltiples órganos, además de provocar cierto retraso intelectual y madurativo, problemas de conducta y también motores. Por eso, por seguir siendo un niño feliz y risueño, que supera los obstáculos con tan buen humor, Hugo es un campeón, un luchador nato que merece todo nuestro respeto.
Nuestro campeón, aparte de tener el apoyo incondicional de su familia, cuenta también con la ayuda de unos compañeros muy especiales: todos aquellos que forman parte de la asociación el abrazo de Hugo -instagram: @elabrazodehugo-, que acompañan a este peque y a otros muchos en su camino, ayudándoles a superar cada piedra que encuentran a su paso.
Y en este camino, un buen día, Hugo conoció al otro personaje principal de esta historia: Lila. Lila se convierte en una afectuosa compañera de aventuras de Hugo, a quien, el hecho de tener un ala rota, no le impide volar con todas fuerzas.
Juntos protagonizan el libro infantil titulado El vuelo de Lila -instagram: @elvuelodelila-Célebre Editorial. Una historia cargada de emotivas reflexiones que te hacen pensar en la responsabilidad que tenemos como padres, hermanos, educadores, amigos y, en general, como sociedad, de inculcar a nuestros pequeños el valor del respeto y de aprender a comprender una realidad en la que todos somos diferentes.
El vuelo de Lila nos transmite la necesidad, cada vez mayor, en un mundo cada vez más dispar, de educar a la sociedad en la diversidad, de la necesidad de comprender y amar esas singularidades que nos hacen ser quienes somos, que enriquecen nuestra personalidad y nos hacen únicos. Vamos a intentar cambiar el signo a esta operación: que las diferencias ya no resten, solo sumen.