Pregunta para Asamblea de Madrid

¡Necesitamos integradores/as sociales en la educación pública! FIRMA para que se contraten y promuevan la inclusión y la igualdad de oportunidades en la educación pública.

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Isabel Saugar Pregunta de Isabel Saugar

Me llamo Isabel Saugar Gallego, tengo 27 años, vivo en Madrid y soy Integradora Social. 

Mi historia personal me influyó para estudiar integración social. Sufrí bullying en el instituto y eché de menos la figura del integrador/a social. Nadie en el centro hizo nada y sabían lo que estaba pasando. No tuve ningún tipo de ayuda por parte del centro, fue mi familia quien se puso en contacto con el centro nada más enterarse de mi situación. En ese momento, el profesorado tomó medidas que, además, me afectaron a mí. Me perjudicaron de tal forma, que tuve abandono escolar, por lo que ese año lo perdí como alumna. Me tuve que cambiar de instituto para retomar mis estudios. A mi parecer, fue algo muy injusto porque me influyó a nivel de frustración, desde la culpa, por haber suspendido ese curso; y eso fue debido a que no era consciente del acoso que estaba sufriendo hasta que, con el tiempo, dejó de pasarme.

Esta experiencia y vivencia personal ha hecho que me dedique a la integración social, y a reivindicar la importancia de nuestra profesión. Nuestro papel como integradoras sociales es, sobre todo, crear procesos de inclusión a través de una intervención socioeducativa, desde la igualdad de oportunidades y en equidad. Nuestro trabajo diario consiste en una intervención directa, cara a cara, con personas en situación de calle, de desempleo, de migración, de violencia de género, de trata, de adicciones, de minorías étnicas, personas refugiadas y/o solicitantes de asilo, personas con problemas de salud mental, personas con diversidad funcional, y todas aquellas personas que estén en situación de vulnerabilidad, o en el peor de los casos, de exclusión. Todas ellas, y me incluyo, somos personas que tenemos unas necesidades y esto significa que estas necesidades se han ido dando poco a poco a lo largo de nuestra vida, que podrían haberse evitado si desde la educación se hubiese trabajado en ellas.

Somos la figura profesional que colabora en el desarrollo de habilidades sociales y de autonomía personal en el alumnado que se encuentra en situación de riesgo. Intervenimos directamente con jóvenes y adolescentes, sus familias y los agentes sociales del entorno. Nuestra figura es necesaria para concienciar, sensibilizar y prevenir en muchas situaciones que afectan día a día, como, por ejemplo, en casos de bullying. Sin embargo, en la educación pública no se cuenta con integradores/as sociales. Parece que el sistema educativo, más allá de las asignaturas obligatorias (matemáticas, naturales, lengua etc), todavía no tiene en cuenta la importancia de educar en igualdad de oportunidades más allá de estas materias aceptadas como normales. Con el sistema educativo actual se está educando sin tener en cuenta todas las situaciones y necesidades que tienen todxs los niñxs y niñxs, jóvenes y adolescentes. Es muy importante educar en igualdad para prevenir la homofobia, racismo, xenofobia, discafobia, acoso, violencia por razón de género y sexo, discriminación, etcétera. La diversidad forma parte de la sociedad en la que vivimos, y solo desde la educación se conseguirá. 

A pesar de la importancia de nuestro trabajo, en la actualidad, ni en los colegios ni en institutos públicos cuentan con nuestro perfil. Recientemente la Comunidad de Madrid ha convocado 114 plazas, pero es un proceso extraordinario de estabilización de empleo temporal. Se necesitan muchas más plazas. Es importante contar con nuestro perfil porque si nos fijamos en las leyes educativas que hay en vigor, dan una gran importancia a educar desde la igualdad de oportunidades. Desde la ley se está avalando estos aprendizajes que desde la práctica no se está realizando. El actual sistema educativo lo que está permitiendo es que haya una educación exclusiva, no inclusiva. Es decir, nosotras trabajamos en entornos donde el daño, por así decirlo, ya está hecho, pero lo ideal sería que todas las personas pudieran acceder a una educación inclusiva con recursos. 

Estamos dejando de lado que todo el mundo pueda acceder a una educación pública inclusiva, donde para ello es necesario que haya recursos. Tenemos que prevenir para cubrir esas necesidades y que ese daño no se haga. La única opción que hay es la educación, por eso, de nada sirve que se contraten integradores/as sociales solamente en colegios privados o concertados. Esto supone una segregación, no es un entorno donde todo el mundo puede llegar. Hay que poner recursos profesionales y materiales para ofrecer una educación pública en igualdad de oportunidades e inclusiva. 

Es por ello, que con el objetivo de que el mensaje llegue a más rincones de la sociedad, he iniciado un proyecto en redes que se llama Horizonte Inclusivo, junto con mi compañera educadora social, porque hay que recordar que es necesario formar y crear equipos multidisciplinares para poder garantizar una educación inclusiva e igualitaria. 

Por todo lo plasmado, me gustaría exigir y pedir que se lleven a cabo acciones prácticas que promuevan la inclusión y la igualdad de oportunidades en la educación pública, a través de la contratación de integradores/as sociales. Sólo de esta manera podemos trabajar para lo que realmente es necesario y así poder acceder a la educación de esas personas con ciertas necesidades para prevenir y concienciar. 

 

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