Tienen ustedes toda la razón. La "instrucción" que esta desarrollando en este asunto el "juez" Pablo Llarena se estudiará con el tiempo en las facultades de derecho como ejemplo de esperpento técnico y arbitrariedad. Toda esta causa está llena de irregularidades, desde la adjudicaciòn de la misma al Tribunal Supremo, especialmente el el caso de los llamados "Jordis", hasta la designación de este "magistrado" para instruirla. Y los autos que la van componiendo siguen el mismo camino de arbitrariedad. No he visto nada más ajeno a los principios básicos del derecho penal que esta novela de ciencia ficción que, desgraciadamente, mantiene en la carcel a líderes sociales y políticos catalanes. Así le luce el pelo en Europa. Por el momento ha cosechado cuatro sonoras bofetadas en Bélgica, Escocia, Alemania y Suiza. Y llegará el bofetón final desde Estrasburgo si los "supremos" que se niegan a reconocer hasta los errores de bulto que cometen, como este, persisten en su actitud cerril y anti jurídica. Quiero recordar que ayer hasta el ex presidente de los tribunales Supremo y Constitucional Carlos Lesmes dijo con toda claridad que los delitos que se tratan de imputar a las personas encarceladas no son aplicables al caso. Una opinión abrumadoramente mayoritaria en la comunidad jurídica.  Desde que se consumó esta arbitrariedad he manifestado mi crítica contra este abuso de poder en todas las ocasiones y de todos los modos que he podido.Uno de ellos en un acto frente a la Comisión Europea en Bruselas de la que os dejo este testimonio: