Pregunta para Parlamento de Catalunya
Soy Jade y después de diez años he conseguido una terapia especializada para mi TLP. ¿Cuándo se le va a dar importancia a la salud mental?
Hola, me llamo Jade y vengo a contar mi historia con el TLP (Trastorno del Límite de la Personalidad) que llevo sufriendo desde mi infancia y que ha tenido graves consecuencias durante mi adolescencia. Empecé a tener problemas desde los 10 años, cuando murió mi abuela, quien era el pilar fundamental de mi vida. Entré en depresión y a los 11 años empecé con las autolesiones, con los complejos con mi cuerpo, la baja autoestima.
Pasaron los años y la cosa se fue agravando, a los 15 años comencé a sufrir anorexia y bulimia. Mi alrededor no parecía darse cuenta de esto, mientras mi mente no paraba de caer en picado, llegando a tener pensamientos muy nocivos.
Mi hermana mayor descubrió algunos comentarios míos en redes sociales e hizo que fuera al psicólogo para tratar mis problemas de salud mental. Al principio, me ayudó muchísimo, pero a los 16 años recaí. Me refugié en el alcohol y no había manera de salir del bucle. Aun así, solo me diagnosticaban depresión y no me daban ninguna solución más allá de los antidepresivos. Los psicólogos parecían no comprender lo que me pasaba y a mí eso no me ayudaba.
Estuve hasta los 19 años en el centro de salud mental infanto juvenil. Poco a poco, me fui informando para tratar de saber qué era lo que me pasaba y dejar de sentirme un “bicho raro”. Descubrí que tenía todos los síntomas del Trastorno Límite de la Personalidad, y me supuso un alivio. Con el paso del tiempo me lo acabaron diagnosticando y por fin me sentí comprendida.
El psicólogo que me había tratado hasta entonces no me acababa de convencer, ya que no notaba mucha mejora. Cuando cambié de centro y entré al de mayores de edad, pedí directamente terapia con el psiquiatra, para ver si era de más utilidad a la hora de luchar contra mi trastorno. Finalmente, también pedí cita con el psicólogo de allí, pero volví a sentir que era una pérdida de tiempo y hasta él me dijo que no sabia que hacer conmigo y que quizás el problema era yo.
En el hospital de día de Granollers me fue muy bien, pues estuve un mes ingresada y las terapias eran efectivas. A partir de ahí, analizaron mi caso en profundidad y me derivaron a un centro especializado en TLP, pero todavía estoy en la lista de espera para entrar.
Ahora mismo, estoy mucho más estable, tengo un círculo que me apoya y me anima a ser independiente y a reforzar la autoestima que había perdido hace mucho tiempo. Aun así, me da miedo establecer relaciones profundas porque tengo cierto miedo al abandono, cosa usual en el TLP.
Mi petición gira en torno a la atención psicológica que se ofrece en la Sanidad Pública en España. Hasta los 20 años no he sido atendida por un especialista en este tipo de trastornos, por ello, considero que mi evolución ha sido mucho más lenta. Cuesta mucho que los profesionales a los que vamos por la seguridad social indaguen más allá de la depresión y la ansiedad, cuando la salud mental abarca un gran abanico de enfermedades y trastornos. Parece que esta no supone una prioridad para el sistema sanitario español y así lo demuestran cada vez que entra una persona en una lista de espera eterna para ser atendido por un especialista que pueda llevar su caso.