Hola. Me llamo Javier Muñoz y tengo una incapacidad del 66% debido a un accidente de moto que tuve en 2013. 

El 20 de noviembre de 2013, día de mi cumpleaños, una mujer que iba con un todoterreno se saltó un ceda al paso y no me dio tiempo a frenar porque iba con la moto. Las consecuencias fueron muy graves ya que llegué con un pie colgando por un tendón y el plexo braquial, que rodea a todo el brazo, arrancado desde la médula. 

Estuve mucho, mucho tiempo solo en una habitación del Hospital de La Paz. Estaba en la planta de críticos y quemados. Solamente podían venir a verme 2 familiares y durante muy poco tiempo, porque los profesionales sanitarios no permitían la entrada de mucha gente ya que podían traer virus de fuera.

Para intentar recuperar mi pie, tuve 14 intervenciones hasta que pillé una bacteria en un quirófano que poco a poco me iba necrosando los dedos, y tampoco me permitía andar correctamente. A los cuatro años del accidente tomé la decisión de amputarme ya que no me permitía tener una vida normal. Me encantaría amputarme el brazo también, ya que ahora mismo no sirve para nada, y ponerme uno biónico, pero ningún médico se atreve. Todos confían en que la medicina avance y encuentren una cura. 

A raíz del accidente mi vida cambió. En la vida hay que pararse a veces para pensar si eres feliz o qué quieres o no quieres. Luego te das cuenta de muchas cosas como, por ejemplo, que en la mayoría de las empresas, los trabajadores somos solo números. Yo era director comercial en una empresa nacional, pero de un día para otro, ya no podía trabajar allí.

Mi pasión siempre ha sido tratar con el público. Mi mundo siempre ha sido ser comercial, representante o vendedor. El problema es que tengo un dolor neuropático que no me permite hacer una vida normal. Hay días que no puedo ni levantarme de la cama, nadie puede contratar a una persona como yo.

Los cuidados personales que necesito también me los he gestionado yo. He probado ir a la rehabilitación por la seguridad social, pero son solo 45 minutos, de los cuales 30 minutos estás enchufado a unos electros y los 15 minutos restantes, un fisio te da un masaje. A mí esa rehabilitación no me hace nada porque necesito 1 hora mínimo para el brazo y otra para la pierna.

A mí me indigna que haya que pagar para tener una prótesis, cuando lo que único que queremos, los que tenemos una incapacidad, es vivir. Por eso, quiero mandar una petición a los Diputados del Congreso para que las prótesis sean gratuitas para todo aquel que lo necesite. Si lo que hace es ayudar a vivir mejor, yo creo que debería ser totalmente gratuito. Los accidentes ocurren de un momento a otro, pero yo tengo el derecho de ser feliz el resto de mi vida.