Me llamo Jessica, vivo en la Comunidad Valenciana y soy neurobióloga y entrenadora personal. Durante el desarrollo de mi trabajo he podido darme cuenta de que existen una serie de violencias que hacen que el deporte no sea inclusivo para la diversidad de personas. Es decir, los ambientes deportivos sólo son un espacio seguro para un tipo de persona, un tipo de cuerpo, e incluso, un tipo de género.

Todo esto me ha llevado a realizar activismo LGTBI, feminista y luchar contra la gordofobia. Por ello, la relación entre el deporte y diversidad corporal, el feminismo y los temas LGTBI son los contenidos a los que doy visibilidad en mis redes sociales.

De todos ellos, hay algo que afecta a todas las personas: la relación que tenemos con el cuerpo. Existe una necesidad clara de visibilizar que la diversidad corporal existe, que es real. Vivimos en un mundo donde los cánones estéticos tienden a fomentar una presión social por tener un cuerpo canónico desde edades muy tempranas. ¿Cuántos niños, niñas y niñes con sobrepeso son víctimas de bullying en el colegio? ¿Cuántas menores sufren problemas de TCA por la obsesión de alcanzar esa imagen ideal? ¿Cuántos padres y madres ponen a dieta a sus hijos, hijas e hijes desde bien pequeñas?

La cuestión de todo esto radica en la educación, en tratarlo, hablarlo y en normalizarlo, tanto en las escuelas cómo en casa. Por ello, sería interesante fomentar la coeducación. Es decir, educar en valores que respeten la diversidad y no basarse en estereotipos de ningún tipo. Sin olvidar la necesidad de hacer partícipe a las familias en el proceso.

Y es que, existen un conjunto de prejuicios que asociamos a los diferentes tipos de cuerpo, los cuales, en ocasiones, no guardan ninguna relación. No todas las personas con sobrepeso comen mal, ni todas las personas delgadas hacen mucho deporte. Es importante que desde edades tempranas seamos conscientes de todo esto para evitar problemas mayores como los anteriormente expuestos.

Ante esto, quiero dirigirme a los miembros de las Cortes Valencianas, ya que son mis representantes en dicha cámara, para que sean conscientes de la necesidad de fomentar programas de coeducación que implementen la relación sana con el cuerpo.