Hola, soy Jesús Aguilar, tengo 30 años y soy enfermero en temporalidad. Actualmente vivo con mis padres, pero me gustaría comprarme una vivienda y emanciparme pronto. El problema es que, para los jóvenes, adquirir una vivienda en propiedad es una tarea complicada, por no decir imposible. 

La vida laboral de los jóvenes es un factor a tener en cuenta y que influye negativamente cuando hablamos de comprar un piso. Muchas veces nos demoramos en terminar nuestras formaciones, tenemos trabajos temporales y precarios con sueldos muy bajos o directamente no encontramos trabajo. Estamos muy formados, pero no nos dan la oportunidad de demostrarlo y labrarnos un futuro. Y sin un trabajo duradero nos es imposible acceder a una hipoteca. Además, que los precios actuales de las viviendas son abrumadores. 

Por eso es muy necesario que haya un aumento de las Viviendas de Protección Oficial (VPO). Yo vivo en Tarancón, un pueblo de 15.000 habitantes que pertenece a Cuenca, en una vivienda de VPO junto a mis padres. Y esas mismas viviendas, finalizadas en el año 82, son las últimas de ese tipo que se han construido en la zona. Hablamos de que han pasado casi 40 años. 

Para que los jóvenes podamos emanciparnos necesitamos que las instituciones nos pongan más facilidades. Queremos tener una vida propia sin depender de nuestros padres y familiares. Todos tenemos derecho a una vivienda digna y para aplicar este derecho las administraciones públicas tienen que poner todo de su parte para que esto sea así, tanto para los jóvenes como para la gente con menos recursos. 

Por eso es necesario que por parte de las Cortes de Castilla-La Mancha nos pongan más facilidades a la hora de poder acceder a una vivienda. Es fundamental que se regulen los precios tanto de la compra como del alquiler de los pisos, que no tengan un libre mercado si no que vayan acorde a los sueldos actuales. Y, por otra parte, es de gran importancia que se construyan más Viviendas de Protección Oficial para que los jóvenes podamos tener una vida propia.