Me llamo Jonathan y vivo cerca de Cádiz. Hace tres años, cuando tenía 28 años, empecé a trabajar de pintor. Me dieron la ropa que tenía que usar en verano y también en invierno. Cuando me la puse, empecé a notar presión en el testículo izquierdo. Les pregunté a los compañeros si a ellos les pasaba algo similar y simplemente lo asociábamos a la forma del mono. Aun así, me percaté de que el testículo aumentaba de tamaño.

Pasó una semana y los síntomas habían seguido incrementando. Decidí ir a Urgencias en el hospital. Allí me hicieron una ecografía y enseguida me derivaron al hospital de Cádiz. Allí me repitieron la ecografía pero esta vez me la hicieron con una máquina más específica. Entonces me detectaron un tumor que medía 4 cm. La misma ecografía sirvió para ver que los demás órganos no estaban afectados. El tumor estaba encapsulado.

En las analíticas de sangre que me practicaron, los niveles tumorales no eran tan elevados como los médicos pensaban que serían, así que no tuve que someterme a ningún tratamiento. Congelé esperma porque si en un futuro el cáncer vuelve y tengo que someterme a un tratamiento, me aseguro de que mediante la fecundación «in-vitro» podría ser padre igualmente. Después de diez días me operaron y desde entonces estoy acudiendo a revisiones cada tres o seis meses.

Una vez pasado el proceso de enfermedad y superada la última revisión, considero que el cáncer testicular todavía es una enfermedad sobre la que hay mucho tabú y que por contra, es común. Es por esto que considero que es muy necesario que se impulsen campañas de información y concienciación sobre la enfermedad y su afección con el objetivo de que los jóvenes sean consientes de la importancia de autoexplorarse de vez en cuando. También creo que es imprescindible que se hagan analíticas de sangre rutinarias a todos los hombres que tienen más de 30 años, que determinen los niveles tumorales de la zona genital.

Es por todo esto que me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta: ¿Por qué no se fomentan las campañas de concienciación sobre el cáncer testicular y se ofrecen pruebas diagnósticas rutinarias a todos los hombres a partir de 25 años?