Pregunta para Congreso de los diputados
La LGTBIfobia ha tenido un crecimiento exponencial durante los últimos años. ¿Cuándo se visibilizará al colectivo LGTBIQ+ desde los centros educativos para prevenir futuras agresiones?
Mi nombre es José y durante mi etapa educativa tuve que enfrentarme a constantes insultos y amenazas por el simple hecho de ser homosexual. Si en el colegio y en el instituto no se educa en contra de la homofobia y los discursos de odio, jamás conseguiremos una sociedad igualitaria. Si no cortamos el problema desde la raíz luego en el futuro puede derivar en una exclusión, discriminación y odio hacia el colectivo muy difícil de frenar.
Hay que inculcar estos valores desde la infancia hasta la adolescencia. Muchas agresiones lgtbifóbicas se dan entre adolescentes y jóvenes. Cada vez calan más los discursos de odio que fomenta la extrema derecha y es necesario contratacarlos desde una educación en valores y respeto hacia los demás.
Los medios de comunicación también deberían de contribuir para no blanquear estos discursos. Cada vez hay una representación del odio mucho mayor en las tertulias televisivas o en los programas de radio. Si fomentamos y validamos los comportamientos y actitudes lgtbifóbicas desde los medios, las personas con ese pensamiento cada vez se sentirán mucho más valientes a la hora de insultar o agredir a alguien debido a su orientación o identidad sexual. Al final es algo con lo que tiene que comprometerse la sociedad en su conjunto.
Justo por todo esto, es necesario dar una respuesta crítica desde la educación. Es al final, en colegios e institutos donde se gestan estas actitudes y si no se hace nada desde el origen, cundo el niño o la niña crece es muy difícil reconducir esos pensamientos.
Últimamente estoy viendo comentarios de todo tipo respecto a esto. Muchos hemos tenido que sufrir discriminación durante nuestra etapa educativa, tanto por parte del alumnado como por parte de los docentes. En mi caso he sufrido insultos por mi orientación sexual cuándo yo ni siquiera sabía bien cuál era. Me han llamado maricón, sin estar seguro de lo que significaba esa palabra. Incluso me han llegado a tirar piedras. Y como yo, lo han sufrido muchos.
El profesorado tampoco ayudaba, más bien muchas veces incentivaban ese rechazo. En muchas ocasiones te trataban distinto al resto por no seguir los roles de género asignados socialmente. En las clases de gimnasia no contaban contigo para los juegos que entonces se consideraban “solo de chicos”, sino que suponían que estarías en el grupo de las chicas.
En la adolescencia es cuándo se forma nuestra personalidad y se adquieren ciertas ideas y valores muy importantes para el desarrollo futuro. Si en esa etapa los jóvenes ven que hay un chico gay en clase al que todos discriminan y el profesorado o lo ignora o lo incentiva, crecen con la idea de que agredir a alguien que a priori se sale de la norma no es tan malo. Por este tipo de cosas después nos amenazan, nos insultan, nos pegan y nos matan. Muchos no aguantan la presión y recurren a las autolesiones o el suicidio.
Por todo esto quiero pedir al Congreso de los Diputados que se trabaje para visibilizar y representar al colectivo LGTBIQ+ en los centros educativos para poder prevenir futuras agresiones como las que hemos visto estos últimos días. No podemos mirar hacia otro lado, la LGTBIfofia sí existe y debemos de actuar para acabar con ella. No dejemos que nos ganen la batalla.