Somos la hermana y los padres de Marcos, un chico de 15 años que falleció el 21 de marzo de este año a causa de un accidente de moto. Todo ocurrió una semana antes, el 14 de marzo, sobre las 21:30 h, justo cuando empezó la pandemia. Marcos iba en su moto para ir a comprar unas chuches, cuando de golpe un coche invadió su carril, lo embistió y cayó al suelo.

Quedó inconsciente y con un charco de sangre, y sin embargo la conductora del coche y su acompañante en ningún momento lo auxiliaron. Fue un amigo de Marcos quien lo vio y, acto seguido, fue al hospital a pedir ayuda y a nuestra casa para avisarnos de lo sucedido.

Tanto la conductora como su acompañante habían bebido. Cuando ocurrió todo, su primera reacción, en lugar de socorrerlo, fue llamar a un familiar para que viniera. Luego la conductora apartó el coche del lugar del accidente, lo llevó a otra calle y llamó al 112, pero luego colgó y, cuando le devolvieron la llamada, no la cogía.

Cuando llegó la policía, el coche no estaba en el sitio del accidente, pero un vecino comunicó a los agentes dónde lo había dejado y los encontraron. La primera vez que la policía preguntó quién llevaba el coche, fue la chica quien dijo que había sido ella, pero cuando llegó su familiar, dijo que había sido él.

Fueron a comisaría para analizar el caso y ver quién había estado conduciendo. Mientras tanto, se llevaron a Marquitos de urgencia al Hospital de Cádiz. Yo ya empecé a oír rumores de que quien había conducido el coche era la mujer. Entonces, cuando me llamó el familiar de la conductora para saber cómo estaba, le dije que estaba muy grave, que estaba en coma y no sabíamos si saldría adelante, y le pedí que dijeran la verdad sobre quién llevaba el coche, que sabía que no había sido él.

Cuando se dio cuenta de la gravedad de la situación, al final decidieron confesar que era la mujer quien había llevado el coche. En aquel momento le hicieron un control de alcoholemia y dio 0,44, cuando el límite es 0,25. Teniendo en cuenta que ya habían pasado unas tres horas desde el accidente, seguramente iba bastante más ebria cuando sucedió todo.

Marcos estuvo en coma una semana, ingresado en el Hospital de Cádiz, hasta que finalmente nos dejó el 21 de marzo. Desde que ocurrió todo, en ningún momento nos hemos sentido apoyados ni arropados por los vecinos de nuestro pueblo, ni siquiera del alcalde. Tampoco ha habido ningún homenaje ni ningún acto de luto. Hemos hecho varias manifestaciones y hemos recibido más apoyo de personas de otras localidades que de la nuestra misma.

Es por todo esto que nos queremos dirigir a los miembros del Parlamento de Andalucía, ya que somos andaluces y son nuestros representantes en dicha cámara, para que se haga justicia por Marcos y por todas las víctimas de accidentes de tráfico provocados por imprudencias, ya sea por consumo de alcohol o sustancias estupefacientes o por conducción temeraria. 

También queremos aprovechar para agradecer a todo el personal del Hospital de Cádiz el excelente trato que dieron tanto a Marcos como a nosotros en todo momento, desde el equipo médico hasta los celadores, los vigilantes de seguridad y el personal de cafetería.