Mi hija es una niña alegre y risueña, casi siempre tiene una gran sonrisa en la cara, además de ser una pequeña luchadora y especialmente trabajadora. Convive con el síndromede Wiedemann Steiner, lo que le provoca un retraso significativo en el habla e hipotonía muscular (flacidez del tono muscular) que dificulta su aprendizaje a la hora de caminar.

Por ello necesita la mayor ayuda posible con terapias que fomenten el desarrollo de su lenguaje y su motricidad. En el colegio ordinario al que acude, cuenta con un aula de necesidades especiales en la que recibe el apoyo de maestras en Pedagogía Terapéutica (PT) y Audición y Lenguaje (AL).Sin embargo, para atender el problema motórico, en Andalucía no se presta ningún tipo de recurso a los colegios ordinarios a pesar de tener un aula específica. El profesional terapéutico solo trabaja para niños con necesidades especiales en las escuelas específicas, provocando una discriminación entre el alumnado que necesita esta terapia. 

Martina no anda, y necesita también apoyo fisioterapéutico en su aula específica como existe en otras comunidades Autónomas: Madrid, Barcelona, Murcia, Cantabria… ¿Por qué en nuestra comunidad no se da ni siquiera la elección de esta opción?

La fisioterapia no solo le ayudaría en su interés por caminar, mejoraría su desarrollo psicomotor, estimulación, comunicación, aprendizaje, control de movimiento, e incrementaría su autonomía en la escuela.

Ni Martina, ni ningún niño que lo necesite, puede prescindir de tener esta ayuda que implica un progreso y una mejora en su calidad de vida, ¿por qué la administración pública no considera esta opción?

Representantes de los ciudadanos del Parlamento de Andalucía. ¿Por qué en Andalucía no se ofrece apoyo fisioterapéutico en las clases especiales de los colegios públicos de nuestra comunidad?