La reducción salarial ha estado en el origen del alto grado de endeudamiento de las familias, del crecimiento de la desigualdad y del descenso de una demanda interna que es clave para sostener las pequeñas y medianas empresas madrileñas.

Es por ello que pretendemos aumentar la renta disponible de las familias madrileñas a través de diferentes medidas concretas:

• Un procedimiento judicial simplificado para que las familias, los autónomos y las PYMES puedan reestructurar sus deudas, reduciendo la cantidad que destinan mensualmente al pago de hipotecas, alquileres y suministros básicos, gastos fijos que en la actualidad absorben la mayor parte de sus rentas.
• El certificado de responsabilidad laboral que se va a exigir a todas las empresas que subcontraten servicios de la Administración –comedores escolares, residencias de mayores, etc.- garantizará el cumplimiento riguroso de la legislación laboral en estas empresas, acabando con la situaciones de precariedad que conducen a contratos basura y a demasiadas horas extras que no son pagadas como tales.

Pero sobre todo apostamos por la creación de empleos en sectores que, al generar mayor valor añadido, permiten mayores salarios. En este sentido, me gustaría destacar que el proyecto del Banco del Agua implica una inversión estimada de 1.500 millones de euros en sectores ligados a la innovación y el desarrollo. Pero no pensemos que en estos sectores sólo trabajan científicos de bata blanca: uno de los planes a financiar por el Banco del Agua será un plan de reformas en inmuebles y viviendas para hacerlas más eficientes energéticamente. Esto implicará la contratación de miles de jóvenes provenientes del sector de la construcción, formándolos en instalación de placas solares y otras técnicas. Este plan estimularía también el crecimiento de un sector industrial ligado a la producción de fotovoltaicas con gran potencial de empleo estable y de calidad.