Tal vez algunos pensarán que son más carismáticos, sin entrar a compararlos, personajes como Mussolini, Mao Tse-tung o Arnaldo Otegi. Un hecho constatable: cuanto menos democrático es un líder, más carisma necesita para seguir siéndolo.

Sin embargo, antes de contestarte, me he tomado unos minutos para leer lo que algunos han escrito sobre líderes carismáticos y me ha gustado el siguiente, porque nos hace entender el concepto de carisma más allá del significado propio (RAE: especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar"):

Perfil del buen gobernante al servicio del bien común:

4. Tiene que poseer carisma y vocación. No hablo desde una óptica religiosa, aunque no la descarto. Carisma no equivale a ser apuesto, “boquita de oro” o populista. Se trata de poseer una capacidad de liderazgo que ilusione por su honesta calidad humana. Su vocación no puede ser otra que la de servir al bien común de sus gobernados.

Creo que Iñigo Urkullu puede ser muchas cosas... pero ni "boquita de oro", ni "populista". Atendiendo al significado de carisma, tal vez tampoco te cause gran fascinación. Pero el Lehendakari es una persona honesta y seria que está sabiendo gobernar Euskadi.