Kaixo Urko,

En primer lugar, te pido disculpas por la demora. No me había dado cuenta de que tenía una pregunta pendiente de responder.

Recuerdo muchas veces una conversación de hace 5 años con una chica de Salamanca. Nos acusaba a los vascos de ser egoístas porque la acción política del PNV no defendía sus intereses como ciudadana de Castilla y León, que consideraba una Comunidad Autónoma castigada. En aquella época presidía el Gobierno Zapatero, con un gobierno en minoría. El Grupo Vasco (entonces liderado por Josu Erkoreka) había sacado en las negociaciones una buena tajada en inversiones a realizar en Euskadi y en competencias a desarrollar.

Le pregunté a ver qué le parecía que los 4 representantes de Salamanca estuvieran a órdenes de Ferraz y Génova. Por aquel entonces tenían 2 representantes del PP y 2 del PSOE. En las últimas elecciones han salido elegidos 2 diputados del PP, 1 de Ciudadanos y 1 del PSOE. Más de lo mismo. Me dijo que mal, que ella quería que los representantes charros dieran cuenta de lo que habían trabajado por su territorio.

En ese momento comprendió el trabajo que viene haciendo el PNV y me confesó sentir envidia.

Creo que esa anécdota escenifica bien lo que representa votar al PNV en unas elecciones a Cortes Generales. No sólo votamos el proyecto de país, que es la razón de ser del Partido al que represento en mi ciudad. Votamos si queremos o no que, en un debate sobre cualquier tema que nos afecte, alguien levante la mano y defienda Euskadi. Los partidos de ámbito estatal, al desarrollar sus políticas, jamás se pararán a pensar cómo las mismas afectan a Euskadi.

Tenemos que elegir si queremos tener voz, o si queremos lamentar, como aquella chica de Salamanca, que nadie levante la mano para defender lo nuestro.