Cuando nuestro pequeño Ramsés tenía solo 3 meses de vida nos dimos cuenta de que se había fracturado su pierna izquierda, lo que creímos que no era nada común al ser tan pequeño. Cuando cumplió 7 meses decidimos llevarlo a un CRIT, Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, ubicado en Tlalnepantla, Estado de México. En esa época, en el 2007, había mucha publicidad de lo que era Teletón, en todos los medios de comunicación había anuncios y publicidad sobre lo bueno que era esta fundación, sin embargo, nosotros confiamos la salud de nuestro hijo a esa institución con la esperanza de que mejorara, y todo terminó por convertirse en una tragedia. 

Antes de llevarlo a ese CRIT, un ortopedista revisó a Ramsés y nos dijo que nuestro pequeño tenía una fractura muy grave en su tibia izquierda y nos recomendó ver a especialistas para que determinara el origen de esa lesión, pues era muy pequeño y no había aparente razón para la gravedad que presentaba. Nosotros creímos que en Teletón nos podrían ayudar y lo llevamos ahí, en donde nos dieron el diagnóstico de que Ramsés tenía osteogénesis imperfecta, fragilidad ósea. Después de ese diagnóstico se le empezó a administrar un tratamiento de medicamentos que, después nos dimos cuenta, no necesitaba y que por lo contrario, iba a deteriorar su salud. Durante ese tiempo Ramsés tuvo varias fracturas que seguían presentándose en su pierna izquierda y que le fueron lesionando el hueso, que se fue deformando.

Cuando Ramsés cumplió 3 años de edad, en 2010, el ortopedista de ese CRIT, decidió implantarle clavos telescópicos en las piernas y nos informó que empezaría por la pierna más afectada, es decir la pierna izquierda, para poder alinear el hueso más dañado. Cuando salieron de la intervención quirúrgica nos comunicaron que la operación había sido en la pierna derecha, en la pierna sana, que porque “era más fácil”, según nos dijeron los médicos. Nosotros no entendíamos nada y no sabíamos ni supimos ya en qué momento tomaron ellos, los expertos, esa decisión de que lo correcto sería empezar por poner ese clavo en la pierna sana de Ramsés. Estábamos consternados y en ese momento nos quedamos callados porque confiábamos en que ellos eran los especialistas. 

A los dos meses de esa intervención, Ramsés empezó a manifestar mucho dolor y a tener fiebre casi todos los días. Su organismo empezó a rechazar el clavo. Cuando lo llevamos con el pediatra y al ortopedista del CRIT solo nos mandaron algunos medicamentos. Pero sus síntomas no terminaban. Lo llevamos entonces fuera, para que le hicieran más estudios y nos dijeron que el hueso de la pierna derecha de Ramsés ya estaba colapsando. Cuando volvimos al CRIT rechazaron eso, y nos dijeron que ellos “eran los expertos” y que era solo que nuestro hijo se estaba descalcificando. Esto duró durante muchísimos meses, tratamos de llevarlo a otros hospitales y cuando veían lo que le pasaba a mi hijo nos decían que no podían tratar a Ramsés porque ya había sido sometido a una cirugía y que ellos no podrían asumir la responsabilidad de quitarle el clavo porque la vida de Ramsés estaba en peligro. Y que los indicados tenían que ser necesariamente quienes le habían puesto ese dispositivo.

Nos rechazaron de todos esos lugares y estuvimos así durante 3 años. Cuando Ramsés tuvo 6 años finalmente logramos que los médicos del CRIT le retiraran ese clavo. Pero cuando se lo quitaron lo hicieron ya sin fémur. Hicieron caso solo hasta que yo les llevé fotografías de la pierna inflamada de mi hijo y del líquido que emanaba de donde hicieron la cirugía. Durante esos años se negaron a intervenir a mi hijo porque “no había dinero ni recursos”. Mi hijo fue violentado, porque sabemos que la negligencia es una forma de violencia. Cuando Ramsés cumplió 10 año,  prácticamente nos echaron del CRIT, porque “ya no había nada que hacer” con mi hijo, y porque después de los 10 años de edad dejan de atender a los niños en ese tipo de centros.

Ramsés tiene ahora 14 años y en 2017, cuando interpusimos la demanda por negligencia médica contra Fundación Teletón, nos empezamos a dar cuenta de todas las irregularidades en el proceso, por ejemplo, que el médico que operó a Ramsés no estaba en ese momento certificado, o que el ortopedista le había recetado un medicamento llamado bisfosfonatos, analgésicos que pueden producir cáncer en los huesos.

Desde hace 6 años yo perdí mi trabajo, también por atender las necesidades de mi hijo, que no puede hacer nada sin nuestra ayuda. Desde entonces, me compré un disfraz de un personaje de la película de Star Wars para irme a tomar fotos a Coyoacán y que la gente me diera alguna cooperación por cada fotografía. Ahora, para tratar de llamar la atención de la ciudadanía y de medios de comunicación, yo uso ese disfraz y me pongo todos los fines de semana en la vía Circuito Interior, justo frente a la embajada de Rusia, en la Ciudad de México, un punto por el que pasan miles de coches al día para tratar de dar visibilidad a nuestro caso y  con esto evitar que algo así le suceda a más niños en este tipo de centros. 

Es por eso que he decidido comenzar esta campaña aquí en Osogio, para pedirles a nuestros representantes políticos del Senado de la República que me ayuden a hacer justicia y que la #FUNDACIÓNTELETÓN que practicaron esto, se hagan responsables de lo sucedido a Ramsés. Por favor, ayúdame a firmar y a difundir esta campaña por todos tus grupos y contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si consigo 500  apoyos, esta pregunta llegará a políticos de distintos partidos del Senado de la República, los cuales me tendrán qué dar una respuesta en esta misma web.

¡Muchas gracias!