Me llamo Julia, soy de Málaga y tengo un hijo de 4 años con Autismo. Nos dieron el diagnóstico aproximadamente a los 3 años y poco pero nosotros ya notábamos cosas; no te miraba, no respondía a su nombre, apenas hablaba… una vez que lo tuvimos, empezó todo este proceso.

Cuando inició el colegio, le costó un poquito adaptarse al principio, pero en seguida se integró perfectamente; siempre quisimos que fuera a un colegio ordinario, y al que acude, tiene todo lo que necesita en el aula ordinaria: PT, AL… El problema es que los recursos son insuficientes, le dan dos veces a la semana el apoyo que necesita, y simplemente media hora, evidentemente, requiere mucho más. Los profesores de los colegios no están preparados ni especializados en tratar con niños con necesidades especiales en la mayoría de los casos, igual le ponen una ficha o alguna actividad que el desempeña sin mucho interés o ganas.

Ni en atención temprana ni en el aula trabajan con el con un tablero e educación, yo lo hago en casa pero no sé como hacerlo bien. Como cualquier otro niño, imita conductas, y a veces, no son las más correctas. Ve como juegan a la lucha en el colegio y ahora busca jugar constantemente a eso; cuando lo hace en casa, le corregimos, pero en la escuela al no tener a alguien pendiente de él, lo hace. Me piden que lo cambiemos de aula a una específica porque dicen que es peligroso, y eso no es así, hay que saber cómo llevarlo y cómo tratar con él.

Necesitamos más recursos en educación, que los profesores estén correctamente formados para tratar con niños con necesidades especiales; los padres tenemos que costearnos un maestro sombra y es muy caro. Todos los niños con autismo requieren muchas terapias que las becas que dan apenas cubren, nosotros como en casa trabajamos ambos, no nos la conceden, y eso no es justo, además, la Atención Temprana es insuficiente, te la quitan a los 6 años y no debería ser así. Todos los niños deberían tener el mismo derecho a recibir terapias independientemente de que trabajen los dos progenitores.