Nieves se quitó la vida debido al ciberacoso que sufría a diario. Pedimos justicia para que estos casos no queden impunes.

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Nuestra hija, amiga y hermana Nieves, con tan solo 20 años, se quitó la vida el pasado 28 de diciembre tras sufrir un acoso continuado tanto por teléfono como por redes sociales. Había denunciado hasta en cuatro ocasiones haber sido víctima de ciber acoso, tras ver suplantada su identidad en Internet. Sin embargo, no se tomaron las medidas pertinentes a tiempo. Ahora pedimos al sistema que esto no se repita. Hay que actuar desde los primeros indicios, evitemos más suicidios. 

Su teléfono era como una bomba sonando a cualquier hora. Las llamadas las realizaban mediante números ocultos y si los cogíamos utilizaban la voz del traductor de Google para decir: “Nieves eres tóxica, te vas a quedar sola, te vas a quedar sin amigos”. Decidimos bloquear la línea y cambiarlo tras interponer la primera denuncia y los agentes nos aconsejaron que este nuevo número solo lo tuviéramos la familia, ni siquiera su círculo de amigos más cercano. Esto para Nieves fue uno de los detonantes, la aislaron y la culparon. 

Pero esto no es todo, el acoso era constante y llegaba a través de distintos medios: anuncios en páginas de citas haciéndose pasar por ella y solicitando sexo con su número de teléfono, carteles ofensivos repartidos por todo el pueblo… Incluso llegaron a enviar correos en su nombre al secretario del ayuntamiento para pedir ayuda porque sus padres “la maltrataban”. 

Cuando borramos su número de teléfono descubrimos que alguien había abierto una cuenta de Instagram en la que se hacían pasar por ella. Allí se hacían proposiciones de ámbito sexual y se amenazaba y violentaba de manera directa a varias personas haciéndose pasar por Nieves.

Ella cansada de todo esto escribió a la cuenta y desesperada dijo: “¿Qué quieres de mí?”, a lo que el usuario anónimo respondió con un emoticono de una calavera haciendo entender que quería verla muerta. 

La estaban machacando constantemente y no pudo soportarlo más. La carga psicológica era enorme. Llegó a tener que salir del centro en el que realizaba las prácticas para poder acudir al Centro de Salud y recibir tratamiento por ansiedad. 

Una tarde al llegar a casa su madre la notó triste y decaída y le preguntó qué le pasaba a lo que ella respondió: “mamá estoy cansada de vivir” “es por todo lo que me están haciendo”. Finalmente se quitó la vida el 28 de diciembre de 2021. 

Nadie nos va a devolver a Nieves, pero debe de hacerse justicia, nadie debería pasar por este dolor. El ciberacoso se tiene que tomar en serio, las denuncias no pueden seguir archivándose y los acosadores no pueden seguir quedando impunes. Necesitamos que las instituciones reaccionen ante esta situación. 

Si sois padres, inculcad a vuestros hijos e hijas el respeto, amor y buen uso de las redes sociales porque en manos de las personas equivocadas pueden ser un arma muy peligrosa. 

JUSTICIA PARA NIEVES, SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES. 

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