Sinceramente a nosotros y nosotras también nos sorprendió el apoyo electoral que tuvimos tanto en Araba como en Vitoria-Gasteiz. Se habló de tsunami, pero en las dos siguientes elecciones la ola se ha mantenido y según las encuestas estamos en un puño PP, PNV Y EH BILDU. Está claro que en los últimos años ha habido un cambio generacional   y que el proyecto de EH Bildu se ha asociado a aire fresco y cambio, sobre todo dentro del voto joven. En la  capital, sin ir más lejos, EH Bildu ganó en los barrios nuevos y jóvenes como Salburua y Zabalgana.

Además hay otros factores sociológicos que se han ido fraguando en los últimos 40 años y que ahora aparecen con más fuerza. El primero es el aumento del sentimiento vasquista y favorable a la lengua vasca. En gran parte de Álava el euskara desapareció hace un par de siglos, y anteriormente en la zona sur y oeste del territorio. Los largos años de franquismo hicieron el resto. Pero en los últimos años del régimen y sobre todo en los primeros de la transición hubo un importante movimiento de recuperación del idioma que ha ido creciendo, y a pesar de conocidas resistencias políticas, se ha reforzado e implantado con éxito en el sistema educativo. Hoy en día es un elemento integrador en una sociedad diversa en origen y dinámica. Sin olvidar, que también ha ayudado la desafección hacia el régimen español y sus políticas.

En lo social también ha conocido una importante transformación. El mayor cambio se ha dado en la capital, pasando de ser a mediados del siglo pasado una pequeña ciudad de 50.000 habitantes conservadora, a ser una ciudad de 240.000 habitantes en la actualidad, con  la aportación de importantes movimientos migratorios, dirigidos en gran parte a mano de obra en torno a los años 60 acompañados del boom industrial, y posteriormente, a primeros de este siglo, más unida a la construcción. Son conocidas las  iniciales luchas obreras que culminaron en la masacre del 3 de marzo de 1976, y las posteriores, que han impulsado una conciencia más social y de izquierdas. También ha habido numerosas luchas populares, antinucleares o contra el fracking,  antirrepresivas, feministas, vecinales… Importantes también han sido los diferentes movimientos alternativos y autogestionarios como el Gaztetxe o Hala Bedi nacidos en la efervescencia de los años 80, junto con grupos musicales referenciales, y otros movimientos culturales que han dotado a la sociedad gasteiztarra y alavesa de más colorido y dinamismo.

Todo esto ha hecho que las referencias de las nuevas generaciones sean más abiertas, más progresistas y más favorables al derecho a decidir. Junto con lo anterior, una gran parte de la sociedad quiere cambios y alternativas a una forma de hacer política caduca, llena de corrupción y clientelismo, y que ignora a la ciudadanía. Es por lo que pensamos que  EH Bildu Araba, con humildad e ilusión, es ya un referente de cambio para muchos y muchas alavesas.